lunes, diciembre 22, 2008

Noel


Este blog se toma vacaciones durante diciembre, para arrancar el año como corresponde, trabajando. No nos distraerá del merecido descanso ni siquiera que Boca salga campeón el martes.
Para estar a tono con el espíritu navideño, dejo foto de María Noel (Cuatro pícaros bomberos, Los superagentes biónicos, entre otras joyas del cine nacional).
Buenas fiestas para todos, nos vemos en unos días.
Sergio


Nota del 3 de febrero de 2009: Bueno, enero también me lo tomo.

miércoles, noviembre 19, 2008

Azul un ala...creo


Antes de que asome el sol del 27 de febrero de 1812, el General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano abandona su tienda de campaña y se dirige hacia las orillas del río Paraná, donde las dos baterías de artillería recién creadas, Libertad e Independencia, lo esperan en solemne formación.
Ha dormido muy mal: la inminencia de ponerse en contra al Triunvirato por la creación de una bandera lo mantiene nervioso y preocupado desde hace días. Sumado a un principio de conjuntivitis que afecta a gran parte de la tropa, Belgrano ve poco y nada. Camina apoyado en el antebrazo del capitán Francisco Villanueva, quien le murmura que se ha lavado la bandera conforme a sus órdenes de la víspera.

Sale el sol, hiriendo aún más los ojos del General.
Belgrano da la orden para que se ize por primera vez la enseña patria, pero mantiene la mirada en el suelo, a salvo de los rayos del sol de febrero.
Sobre el final del estruendo de la salva de honor, Belgrano alza la vista para ver ondear por fin la bandera, y le parece que no son los colores que ha elegido. Pero seguramente lo engañan los ojos.

- Ahora marcharemos siempre con los colores del cielo al frente – dice Francisco Villanueva después del juramento de los soldados, y al General Belgrano se le detiene el corazón.
- Pancho - dice Belgrano -, ¿el azul quedó bien?
- Es más bien celeste, mi General.
Hay terror en la voz de Belgrano cuando pregunta:
- ¿De qué color es la franja del medio?


Nota del diario "La Nación"
Los orígenes de la enseña patria son, aún hoy, una fuente de misterios y controversias
No se conocen con exactitud las características de la original, izada en 1812.
Tampoco, pese a las hipótesis, el significado de los colores.
Ver nota completa


De regreso en su tienda, un Belgrano pálido y desencajado despacha a sus colaboradores y a solas relee la nota que enviara doña María Catalina Echevarría, quien confeccionó la divisa patria según órdenes expresas (y secretas) de Belgrano. Antes no ha tenido tiempo de leer más que las primera líneas (ni se lo ha permitido la conjuntivitis), que dicen así:
"Estimadísimo General:
He concluído a tiempo la Bandera que me encomendó, a pesar de la premura de su pedido, y aquí se la envío con un patriótico abrazo. Eso sí: debe lavarla, porque yo no he tenido tiempo y la tela azul oscuro se ensucia muy fácilmente.".

"Azul oscuro", piensa Belgrano.
El color de la tela capturada a los ingleses durante las invasiones. La misma tela que se usó para confeccionar los primeros uniformes de los nuevos regimientos coloniales en 1807. Azul noche, casi. Tal cual lo recuerda Belgrano, tal cual lo confirma doña Catalina, y tan distinto del celeste que cree haber vislumbrado, y que le confirmó el capitán Villanueva.
"Aquí se ha producido una traición", reflexiona Belgrano. La Insignia Patria, recién nacida y ya mancillada…
Con profundo dolor en el alma, continúa leyendo.

"Permítame felicitarlo, Manuel José Joaquín, por el hermoso diseño que ha creado y del que tuvo a bien confiarme los significados. El azul (azur o blao en el arte heráldico, según recuerdo que me contó Usted) simbolizando los ideales de justicia, verdad y fraternidad. El azul de sus amados incas, también. El color predilecto en los ornamentos de los Incas del Perú que usted tanto respeta. De modo que las dos alas exteriores debían ser azules".

"Como si yo no supiera lo que significa", murmura Belgrano. Y sin embargo, tiene que reconocer que la razón fundamental es que la única tela disponible en cantidad es la azul capturada a los ingleses años antes.

"Y en el medio del azul, como símbolo del victorioso y cálido Nacimiento de la Patria,…"

Manuel Belgrano se retuerce de ira. Llama a los gritos a Villanueva aunque no sabe muy bien qué va a decirle. La bandera ha sido izada, ha sido jurada por todos los soldados de los Libertad e Independencia más todos los que anduvieron cerca y pudieron llegar. Es imposible dar marcha atrás.
- ¿Me llamó, mi General? – dice el capitán Villanueva entrando.
- Pancho…hay algo que no está bien.
- Usted dirá, mi General…
- Verá, capitán…los colores de la bandera…
- Estaba bien limpia, ¿verdad?
- Sí – dice Belgrano pensativamente -. A propósito, ¿quién la lavó?
- Yo mismo, mi General. Con más ahínco y más lejía que nun…
- ¿Lejía…?
- Es lo que uso para lavar mi propia ropa de combate, mi General. Y le aseguro que hasta la mugre más indómita y resistente…
- Sí, conozco el poder de la lejía, capitán. Pero dígame… - casi implora Belgrano - ¿No notó que antes de lavarla los colores eran un poco distintos, más intensos?
- La verdad, General, con la conjuntivitis…
- ¿Usted también?
- Y sí.

Consternado, Belgrano baja la vista. La nota de doña María Catalina Echevarría se le clava en los ojos y le duele mil veces más que la conjuntivitis.
"Y en el medio del azul, como símbolo del victorioso y cálido Nacimiento de la Patria, como el mismísimo Sol Naciente, ese amarillo dorado que usted sabiamente ha elegido, conformando desde aquí hasta la Eternidad el glorioso Auriazul de la Patria.".

Belgrano acerca decididamente la nota a la llama de una vela, y todavía alcanza a leer:
"Postdata: es una tela delicada, ni se le ocurra lavarla con lejía.
..........................................................................M.C. Echevarría"





Mentira Histórica relacionada:
El caballo de San Martín

martes, noviembre 18, 2008

Próximas primeras veces

Hay que aclarar que esto se escribe un lunes, casi a las doce de la noche, y que fue un día complicado.
Hay que aclarar, además, que a la densidad habitual de los lunes se suma haber dormido muy poco y una derrota de Boca Juniors que, de haberse resuelto favorablemente, hubiera colocado al equipo en la cima solitaria. En fin, hay que aclarar que el autor tal vez se dejó atrapar por la melancolía, y que quizás mañana vea las cosas un poco distintas, pero que, en definitiva, no le salió algo divertido.
Quedan avisados desde el vamos.




Todo comenzó después del mediodía, cuando la digestión y el solcito en los ojos acaso también contribuyeron al malestar general. Más o menos a esa hora estaba pensando en las próximas vacaciones, y eso me llevó a las últimas, y a los viajes en avión, y recordé que hasta escribí algo sobre eso, y sobre la primera vez que volé.
En realidad, ahí empezó todo: en el recuerdo de la primera vez, y en la certeza de que no habría nunca más una primera vez para volar, ni para otras cosas. Muchísimas cosas.
Alejandro Dolina dice algo así: “Le he dado mucho besos a Laura, pero ninguno será como el primero que le di”. Algo de ese espíritu hay en el artículo.

Yo recuerdo el primer beso en la boca que di. Mejor dicho: recuerdo muchos primeros besos, pero si bien todos tuvieron algo de mágicos, el primero fue mágico. Yo tenía 11 años, y aunque no era demasiada edad, hacía como un año que venía pensando en eso y preguntándome qué se sentiría.
Ella se llamaba Gladys, era una compañera de escuela, y era bastante más alta que yo. Hubo un asalto, hubieron lentos, y recuerdo que primero la besé en la base del cuello (que era hasta donde llegaba, digamos, cómodo), temblando y mareado por el perfume y la tibieza de la piel. Después levanté la cara y ella la bajó. Recuerdo que cerré los ojos en cuanto se tocaron los labios y sentí inmediatamente que se me iba la cabeza.
Recuerdo también que, entre el delirio del momento, me asombró la cercanía de sus dientes. Yo me había imaginado sólo labios, hasta ahí había llegado, algo completamente blando e insípido, y los dientes y la saliva me sirvieron para confirmar que todo era real y que estaba dando mi primer beso de amor.

No lo sabía en ese momento, pero también estaba dando el último beso asombrado de mi vida: nunca más me sorprendería la presencia inminente de dientes y lengua y sabores y seguramente otras sensaciones que ahora son para siempre irrecuperables.

Seguramente también, en una escala del 1 al 10, el beso fue un 1, pero eso no tiene ninguna importancia. Daría un año de mi vida por recuperar la virginidad en todas las sensaciones de ese primer beso.

Recuerdo claramente otras primeras veces en otros rubros, y hasta podría decir que recuerdo parte de las sensaciones. Pero solamente una parte.
La mejor parte, la de la novedad y la magia, se ha perdido casi toda, sobre todo a fuerza de repeticiones. Se puede volver, claro, a la escala del 1 al 10, y es cierto que casi todo (besar, sin in más lejos) ha mejorado con la práctica. Pero hacer mejor las cosas no tiene la misma gracia que hacerlas por primera vez, con la torpeza incluida y todo. La gracia, el misterio, la magia, la expectativa verificada contra la realización, el sueño hecho realidad y en general mejorado.
Como con los aviones: yo soy bastante imaginativo, pero ni en cien años de mis fantasías más elaboradas me hubiera imaginado lo que se siente cuando un boeing despega.
Lo que se siente la primera vez, claro.
Las demás, en comparación, son bien inferiores.

Cabe aclarar en este punto que la belleza intrínseca de la primera vez no es aplicable a todos los rubros. Nadie atesora la primera vez que le sacó punta a un lápiz, digamos, o si lo hace es por algún otro motivo. Por haberlo logrado, por ejemplo, si el que sacaba puntas era un nene muy chico.
Justito acá debe llamarse la atención sobre un hecho obvio: cuanto menos edad se tiene, son mucho mayores las posibilidades de que casi todo se haga por primera vez, y tal vez en ese simple hecho estriba que la niñez esté tan preñada de magia.
Y uno, de chico, a medida que va captando el mundo, cae en la cuenta de que aún le faltan años para ir accediendo a algunas cosas que parecen buenas. Hay impaciencia por llegar a esos momentos, ganas de que los años se apuren.

Después uno llega más o menos a mi edad, donde más o menos se ha hecho lo que más o menos han hecho todos los de la misma edad. Con toda certeza, no hay ningunas ganas de que los años aceleren, al contrario. Y es una edad jodida en una época jodida, porque a pesar de no ser tan así, tenemos la sensación de que cualquier misterio es cosa de otra época (otra época del mundo, y otra época nuestra)
Y un día se empieza a pensar que hace mucho que no se hace algo verdaderamente importante o movilizador por primera vez, o se llega a algo verdaderamente misterioso por primera vez. Algo que además sea deseable, digo.

Porque es una edad en la que por algún lado nos ha llegado ya el resplandor sombrío de la muerte, y nos ha hecho volver a pensar en la propia (como cuando éramos chicos, y la muerte era un misterio más sobre el que se podía especular alegremente en los fogones, amparados en una inmortalidad de 40 o 50 años por delante * y ninguna baja ostensible. Pero con la diferencia, ahora, de que ya le hemos visto el gesto ladino y los dientes torcidos, y a la hora de los fogones preferimos otros temas)
Es una edad en la que uno hace rápidamente una lista de próximas primeras veces que parece una lista de ideas de Stephen King para una novela de terror: primera vez de un infarto, primera vez de una bancarrota, primera vez que debe considerarse seriamente la impotencia…
Y al final, cómoda e inexorablemente instalada, la del resplandor sombrío. Primera y última vez con esa señora. Y fin de la lista para siempre.

No es de extrañar que algunos opten por otras primeras veces un poco más simpáticas. Es un momento ideal para experimentar por primera vez con otras religiones, o quizás por primera vez con una religión, cualquiera. Incluso han salido varias religiones nuevas, y bastante fashions además.

O primera vez para cometer un asesinato. Esa es bastante buena para un jubilado, porque si ya se sabe que el final es la muerte y la corrupción, ¿por qué permitir que alguno te haga aún más insoportable el último tramo?
Primera vez para matar.
Primera vez para enloquecer casi del todo.
Suena, por lo menos, tentador.

Pero uno puede inclinar la balanza hacia el Lado Oscuro (sobre todo un lunes después de que Boca perdió la punta de manera increíble) o intentar un tono más pastel y no cerrar este texto tan abajo.
Pareciera surgir de lo escrito que lo deseable no es seguir develando misterios a lo pavote, sino todo lo contrario: agregar un toque de colorido misterio al gris de nuestras vidas, convencernos de que Don Juan Matus tenía razón, y de que este será para siempre un mundo misterioso y fantástico, lleno hasta el borde de cosas increíblemente maravillosas y sobre todo inexplicables (con lo cual, el misterio seguirá sin develarse). Y que es posible transformar en mágico nuestro tiempo ordinario sobre él.
El misterio está ligado a algo de miedo y ansiedad, claro. Sin esas cosas sería un misterio bastante aburrido. Sería como saber de antemano que en un buen beso en la boca va a haber algo más que sólo labios tiernos sin sabor.
Y recordar que a veces el misterio puede estar en cualquier cosa que se haga por primera vez. Al fin y al cabo, volar en un avión no es una fantasía inalcanzable de Tolkien: es un medio de transporte muy común. Menos, claro, para el que lo hace por primera vez.



* Un pedacito de esa frase es de Cortázar, pero no me acuerdo exactamente cuál pedacito.

miércoles, noviembre 05, 2008

The Wall

Hace poco Rossana Vanadía., blogger amiga y periodista de La Voz del Interior, me mandó un cuestionario por los 25 años del estreno de The Wall. Entre otras cosas, le dije a Ross que cada tanto veía la película, porque hay cosas que no están en el álbum.

¿Ves, Ross? Esto, por ejemplo, no está...


La nota de Ross, puede leerse acá (yo soy Sergio M., el que se peleó con la novia)

lunes, noviembre 03, 2008

E.T. go home!

Desde mi más tierna infancia sentí asombro y curiosidad por las cuestiones espaciales, incluidas, por supuesto, las relacionadas a la existencia de vida en otros planetas y a la posibilidad de contacto. Cómo serían, qué pensarían, qué maravillas habrían encontrado o creado, y cuál sería su filosofía, su religión…; esas cosas me intrigaban y yo seguía bastante de cerca las novedades del tema.
Como Clarke, como Sagan, yo también suponía que relacionarnos con una civilización mucho más avanzada debería producirnos inmensos beneficios y rogaba que el encuentro cercano se realizara cuanto antes.
Hace unos días reventé una hormiga de un pisotón, y ahora ya no quiero saber más nada con los extraterrestres.

Yo estaba fumando un cigarrillo en el jardín de la casa de mi novia, pasó una hormiga, y sin pensarlo le puse el pie encima y la aplasté. Casi en el mismo instante me acordé de Clemente y del poder que sentía por sobre las hormiguitas. Yo podría ser un Dios para estos bichos, pensaba Clemente. Esta línea de pensamiento me llevó a Les Luthiers ("¡Esa polillita, hermanos, está viva!…Hay que matarla…"), y entonces me pregunté por qué la había pisado, si no me molestaba, si ni siquiera eran muchas, si no amenazaba los malvones. Era una hormiguita sola, cosa curiosa porque en general van en manada.
Una hormiguita sola, haciendo quién sabe qué cosa importante para ella y para su sociedad. Importante según sus parámetros, claro.
A lo mejor, para la organización del hormiguero, esa hormiga era un científico explorando un nuevo territorio, o recolectando sustancias para una nueva medicina. O un artista buscando inspiración. Incluso se parecía un poco a Calamaro.

La miré de nuevo, y seguía siendo una hormiga (ahora muerta), y nadie iba a pedirme nunca que hiciera el esfuerzo de verla como algo más. Pero yo me había puesto filosófico, de la rama más bien especulativo-catastrófica, partiendo de algo tan simple como la vieja pregunta: "¿Te gustaría que te hagan lo mismo?"
Lo siguiente que pensé fue que por suerte yo estaba en otro escalón de la evolución zoológica. En el más alto, precisamente. Nadie podía eliminarme tan eficaz e impunemente, no había en la Tierra un ser con semejante poder como para…Acá me corrió un frío por la espalda, realmente. La siguiente imagen que me vino es la de "La guerra de los mundos", cuando usan sangre de humanos para regar las plantas o algo así.

De repente, la teoría de que seres mucho más avanzados serían a la vez benévolos con los inferiores fue a parar a la papelera de reciclaje.
Me pareció que la hormiguita movía una de las patitas, incluso me pareció (pero esto seguramente fue producto de mi imaginación) que escribía en la tierrita la fórmula química del agua, como para que yo comprendiera que había atacado a un ser inteligente (igual, la letra era muy chiquita)

No pude evitar especular acerca de un encuentro con extraterrestres ya con esta nueva visión obtenida por la muerte de la hormiga.
Realmente no tenía muchos motivos para suponer que el encuentro con una civilización superior resultara beneficioso: nuestra propia historia demuestra que de tales encuentros siempre han salido muy, pero muy mal los inferiores.

Las cursivas, precisamente, indican que la valoración puede estar totalmente equivocada, y que más bien se refiere a una tecnología superior, por lo menos a nivel armamento.
Pongamos por ejemplo a españoles e indios americanos, y se entenderá de qué hablo.

Claro, los alienígenas podrían hacer el esfuerzo de entendernos, aunque también, para ellos, eso requeriría mucho empeño.
Me imaginé a mí como un ser extraterrestre hiperinteligente y con tecnología ultra avanzada, ante la disyuntiva de intentar comprender a Guido Suller o reventarlo de una piña.
Casi con seguridad me duraría menos que la hormiguita...

Un consuelo que me sirvió diez segundos fue pensar que nosotros mismos no tratamos a todos los animales tan mal como a las hormigas. A algunos no los pisoteamos ni les echamos veneno: son los que nos comemos.
De todas formas, entre que me den un pisotón o que me sirvan glaceado y con enebro, no me quedo con ninguna.

Otros diez segundos me alivió la teoría de que no a todos los animales los envenenamos o los comemos. Y en algunos reconocemos y hasta fomentamos su inteligencia. Los monos, por ejemplo.
Aunque algunas pruebas son un tanto crueles. Les abren la cabeza y los conectan a electrodos y porquerías similares; o les inyectan vacunas antes de hacerlo con humanos; o van a parar al circo de Carlitos Scazziotta lisa y llanamente. Todo por culpa de ser inteligentes.

El panorama no era muy alentador a nivel especie, así que intenté por el de la división política y/o racial, y contemplando los rubros obvios.

Para Alimento, un eficiente relevamiento hecho por los E.T. debería indicarles que los franceses a la fuerza tienen que ser los más sabrosos, al fin y al cabo, dicen que uno es lo que come y Francia tiene fama en ese sentido.
Pero ha de haber paladares distintos, y no va a faltar el marciano botón que sepa algo de la carne argentina. A lo sumo, calculé, estaríamos segundos en el menú.
Para Experimentos, bueno, se supone que tomarían los especímenes más inteligentes, y en ese rubro debe haber como 50 países que califiquen mejor que nosotros. Pero…a nivel país.
Me imagino al mismo botonazo del asado haciendo lobbie para que no dejen de capturarse ejemplares argentinos, con la precaución de mantenerlos alejados de cualquier tipo de alambre…
Mascotas es un rubro, digamos, no tan peligroso, si uno está dispuesto a aprender a traer el diario en la boca o a ronronear en las rodillas (¿?) de una medusa intergaláctica. Para esos menesteres, ¿quiénes más graciosos, hábiles y simpáticos que los brasileros? ¿A quién no le gustaría invitar a los amigos y, en lugar de mostrar como el Boby trae un palito, tenerlo a Ronaldinho haciendo jueguito en el jardín?
"Ah, pero…", diría el ya insufrible garca extraterrestre, "¿y alguna mascota argentina? ¿Un Messi, un Riquelme, el viejo Diegote? Los brasileros son buenos, pero no tienen el mismo aguante, che…"

Y así sucesivamente, en casi todos los rubros me enfrenté a la terrible verdad de que los argentinos no pasaríamos desapercibidos para los invasores.
No pude consolarme ni siquiera con la idea de que aún existen animales en estado salvaje, sin un gobierno organizado, entregados a su habilidad para la supervivencia y con plena vigencia de la ley del más fuerte: eso me recordaba demasiado la situación actual.

miércoles, octubre 22, 2008

Chris Scalf


Chris Scalf, o Cómo dar vida a un dragón en 5 minutos.

O Cómo usar el Photoshop para algo mejor que retocar fotos de políticos...

(Tarda en cargar, pero vale la pena)



lunes, octubre 20, 2008

Mi novia Ann


Esta es una foto de mi novia Ann. Seguramente se la saqué en Mar del Plata, aunque no me acuerdo ni me importa.
Porque así son las cosas con mi novia Ann: no le damos importancia a los recuerdos (más bien nos gusta inventarlos) ni a cosas que para otras parejas pueden ser fundamentales. Como el sexo, por ejemplo: nosotros no tenemos sexo, más allá del virtual, obviamente.
La conocí hace un año a través de Internet y al principio no me gustó mucho: ella es rubia y yo prefiero las morochas, y además habla todo en inglés. Así que al principio medio que la ignoré, y además en ese momento yo estaba de novio con Angelina Jolie y estaba muy enamorado…
Pero Ann insistió: cada vez que yo engañaba a Angelina y navegaba por otras páginas (en general los jueves, día de navegación más bien pirática) ella se me aparecía. De a poco, su aspecto sencillo y desenfadado, de verdadera chica next door, me fue convenciendo. Había algo en esta petisa de ojos claros y cola renacentista…o tal vez fundamentalmente eso, una cola gorda y bastante atrevida, aunque siempre dentro del softcore, sugiriendo mucho pero sin llegar jamás a mostrar todo: tal y como hacían las novias decentes de antes. Me volvió completamente loco, y nos pusimos de novios.

Ingenuamente alegarán algunos que nos separa una abismal distancia. Se equivocan: estamos más cerca que muchas parejas que conozco, y muy estrechamente conectados siempre. Siempre que yo quiera, para ser más exactos. A cualquier hora del día o de la noche, desde cualquier lugar (siempre que medie una computadora), puedo ver a Ann, y ella siempre está dispuesta a que la vea, siempre está deseosa de mostrar, permanentemente busca nuevas formas de tenerme contento. Maliciosamente agregarán los detractores de mi amor que debo pagar por esas delicias, pero, ¿quién no? Señalen ustedes a un novio, y estarán señalando a un comprador compulsivo de entradas de cine para dos, a un pagador de cenas con el único aliciente de elegir el vino…aunque también con la obligación de hacerlo. Indiquen un marido, y encontrarán hechos parecidos, acaso exacerbados y elevados a potencias ridículas en el caso de una prole numerosa. La patria potestad es compartida; no pareciera ocurrir lo mismo en la compra de la indumentaria de los retoños, por ejemplo.
Y está muy bien: el amor exige, entre otras cosas, un aporte pecuniario mayor de parte del varón. Y algunos lo asumimos con felicidad.

Ann tiene todo lo que puede pedírsele a una novia. Es hermosa, y muy discreta. Jamás llama al trabajo, ni a ningún otro lado. Jamás cuestiona una cena de hombres o un partido de fútbol. Jamás le duele la cabeza. Le aporta belleza, erotismo y misterio a mi vida. Cuando tipeo temblando la dirección de su site seguramente estoy más cerca de la felicidad que muchos que pueden tocar diariamente a sus novias.
Qué nuevas formas de seducción, me pregunto mientras se abre su página, habrá encontrado mi novia para seguir construyendo nuestro amor. Y su respuesta es siempre sublime. Y suficiente, con el agregado sutil de ser suficiente pero dejarme con más ganas que antes.
Vean de nuevo su foto: imaginen lo que imagino. O elaboren sus propias fantasías.
A propósito: Ann me es absolutamente fiel.

Lo comento para los palurdos que aún, con todos los argumentos que he dado, pretendan menoscabar mi noviazgo o denostarlo con el recurso fácil de que Ann no me otorga exclusividad. Adelante: recorran todos los links que quieran y muéstrenme una sola foto de Ann con otro hombre. Para mí es demostración suficiente de que soy el único en su vida, y que puedo ilusionarme.
Hallarán, justo es advertirlo, a mi prometida con otras mujeres…en algunos casos con más de una a la vez.
Adivinen quién se lo pidió, y lo que me costó convencerla.
Bueno, no tanto. Repito que Ann siempre está dispuesta a complacerme, al menos mientras esté dentro de las posibilidades de mi tarjeta.

De manera que creo haber expuesto claramente que mi relación con Ann es (o era) plena, excitante y absolutamente sana.
Ella es perfecta, aunque yo no lo sea.
Menos que eso: estoy a un paso de lo patológico, y temo que eso signifique el fin de mi relación con Ann.
Sucede que conocí a otra persona, muy distinta de Ann.
Esta otra chica dista mucho de ser perfecta, e ignoro cómo puedo hacerle esto a Ann, pero la verdad es que estoy teniendo una relación paralela.
Sé que sonará enfermizo, pero creo que me enamoré de una mujer real, de carne y hueso, y más cerca de mi barrio.
Sabrán disculpar el exceso de sinceridad: hasta he mantenido relaciones sexuales con esta señorita.
Ignoro lo que pueda acontecer de aquí en más.
Seguramente, en caso de persistir esta conducta abyecta, consultaré a un profesional, a través de Internet.

miércoles, septiembre 24, 2008

Carteles



Tradicionalmente los colectivos usaron carteles para indicar los distintos ramales o incluso para avisar cuando estaban fuera de línea o no les funcionaba la máquina expendedora de boletos. Entonces uno sabía, por ejemplo, que si el 78 tenía un cartelito que decía "Loma Hermosa" y uno quería ir a Villa Adelina, pues entonces no debía de ninguna manera ascender a ese, y debía esperar alegremente la aparición de otro con el pertinente cartel amarillo, y si alguien le preguntaba cuál iba al "Jumbo", uno respondía pedagógicamente: "El rojo". Algo así, pero que lo entendíamos bastante bien.

La cosa cambia radicalmente cuando una línea reemplaza a otra pero con los vehículos propios, y utiliza los carteles para indicar que en realidad el colectivo está disfrazado o se está haciendo pasar por otro, con la respectiva ramificación vial incluida. O sea, más o menos: un colectivo con apariencia del viejo 204 (aunque ahora parece que es el 430) que en la parte frontal superior dice "Línea 60" y un cartelito azul con la aclaración "Ford", pero con un papelito pegado y escrito a mano que dice "Recorrido L 15".
Má’ sí, dice el pasajero, que sea lo que Dios quiera…

Sin embargo, esta ductilidad para asumir identidades ajenas con un simple cartelito tiene algunas ventajas. Colectiveros de franco, por ejemplo, que siempre quisieron trabajar en otra línea, diseñan a mano un cartel con el número de sus amores y se largan a cumplir el recorrido de aquel: choferes de la mencionada línea 78, aburridos de las calles llenas de pozos de San Martín, se lanzan felices a las primorosas avenidas de San Isidro. Y todo por la simple colocación de un cartel que dice "707 por hoy".
Algunos, emulando al viejo y querido F.U.C.K. *, directamente pasan al fuera de línea colocando un aviso tipo "Yendo a buscar a una trola", pero ese es otro uso de los carteles, algo explícito pero totalmente válido, y además nadie se confunde y detiene a un colectivo con un cartel así. O por lo menos queremos pensar eso.

Todo muy lindo, pero va a parar a los caños la máxima que reza si parece un pato etcétera: ahora hay que ver qué dice el cartelito. Incluso hay rumores de que se trata de una movida de la Secretaria de Cultura para promover la lectura.
Usuarios con problema de vista (o podridos de los insufribles cartelitos), directamente paran cualquier colectivo y preguntan si eres tú, rabí, el que estábamos esperando o qué. Y les contestan muy mal, por supuesto.
Y entonces vienen las revanchas. A colectivo impostor, pasajero impostor.

Siguiendo la onda cartelera, ya hay gente que sube con un papel prendido con alfileres y se hace pasar por Robert Mitchum, por ejemplo.
Más vivos son los que se ponen "Escolar" y hasta sacan el boleto respectivo; o los hombres barbudos que portan carteles de "Mujer embarazada" y pretenden que les cedan el asiento, y a veces lo consiguen. El de "Manco" para los que practican la mano boba no da buenos resultados, y las chicas se defienden a los carterazos en cuanto las quieren tocar (algunas sacan presurosas sus propios carteles que dicen "Lorena Bobbit", y eso calma a cualquier abusador).
A mí me gusta ponerme el de "Chancho", porque además de que no pago el boleto me entretengo pidiéndoselos a los demás.
Incluso hice bajar a un chofer por no tener el boleto correspondiente, y ante las protestas del tipo le hice notar que en la espalda tenía pegado un papelito que decía "Chunchuna Villafañe". Si no lee los carteles no es mi culpa, le dije.
Acto seguido, me di vuelta mi propio cartelito para que se leyera "Ayrton Senna", y partimos.

* "Fornication Under [the] Consent [of the] King", aunque dicen que es una etimología falsa

martes, septiembre 02, 2008

Llegaron las visitas...





Según el servicio de estadísticas que tengo contratado (antes tenía al INDEC y me iba bárbaro, me cantaban como 1500 visitas por día…) en la última semana ha llegado hasta este blog gente que buscaba cosas muy diversas.
La mayoría supongo que se habrá desilusionado bastante (ver redondeles), pero no quiero que le pase eso al que preguntó (SIC): “¿Es algo común que a alguien le atraiga su hermana sexualmente?”
Y quisiera contestarle al amigo:
Además de que está horriblemente mal armada la pregunta, estás muy pero muy enfermo.
No, delincuente, en principio no es común que te quieras coger a tu hermana (¿en principio?).
Pero vamos por partes.

La pregunta estaría mejor expresada así:
“¿Es normal que me sienta atraído sexualmente por mi hermana?”, pero se comprende que entre la calentura y la evidente culpa tampoco podamos pedirte demasiada corrección gramatical.

Ahora, ¿qué querés preguntar, realmente? ¿Te interesa saber si está bien o mal, o solamente si hay muchos degenerados como vos?
Ejemplo: Es normal que la gente vote lo que más le conviene como individuo, aunque sea lo peor para el país. Es normal, pero no está muy bien que digamos. ¿Entendés, monstruo aberrante?

Sin embargo, antes de enviarte a la hoguera debemos considerar muchos otros puntos, a saber:
1. Estado de tu hermanita
2. Nada más.
Y sí, al final es un solo punto.

Yo creo que debe ser bastante normal si la hermana está buena. Digo: debe ser normal la atracción, incluso fantasear un poco.
Y si sos el hermano de Jesica Cirio se te permite tocarte un poco. Un poco en invierno y bastante en verano.
No sé, nene…es difícil ayudarte…

Pero me parece importante la actitud de tu hermana, también.
No va a servirte demasiado, pero hace un tiempo escribí el cuento que sigue.
Buen provecho.


PUNTOS DE VISTA

Y pensar que no querían comprarte el celular con cámara incluida. Como si lo hubieran adivinado, pendejo. Pero insististe, te pusiste cargoso y hasta extorsionaste con lo del fallido regalo de Navidad. Hacerle eso a tu vieja, refregarle lo del regalo, fue una guachada mayor. Pero te dio resultado, tu vieja se sintió culpable por haberse equivocado de muñeco en Diciembre y te compró el celular. Ahora, a los 8 años, estabas a la par de tu hermana de 16, con ese celular brillante que le mostraste a los chicos del barrio tratando de disimular un poco tu alegría desbordante.
Lo de fotografiar a tu hermana se te ocurrió un poco después.Hacía poco que la espiabas cuando se vestía y una vez te habías animado a treparte desde el jardín a la ventana del baño mientras se bañaba. Pero era un riesgo demasiado grande, incluso alguna vez estuviste casi seguro de que te había visto, y la cosa no te daba mayores satisfacciones, ni siquiera entendías bien por qué lo hacías. Tenía el encanto de lo prohibido, pero más allá de eso era una aventura intrascendente que te dejaba con la sensación de arriesgarte por nada. Sé que eso cambió cuando lo dijiste sin querer en un cumpleaños. Alguien había hecho la pregunta, y vos dijiste que sí, que habías visto a una mujer desnuda. Cuando te apretaron para que digas a quién, dudaste. Pero al mismo tiempo te diste cuenta de que no tenías salida, nadie iba a creerte otra cosa, las opciones eran tu mamá o tu hermana. Y dijiste la verdad, porque no te hubieras animado a mentir con semejante cosa metiendo a tu vieja en el medio. Así que tiraste la respuesta y viste cómo el grupo se te subordinaba de inmediato: incluso chicos mayores te miraron con admiración. Claro que sabías que tu hermana era linda, aunque nunca lo admitieras. Para vos la belleza todavía tenía que ver únicamente con ojos celestes y cabellos rubios. Sólo recientemente habías empezado a fijarte en el resto del cuerpo, en los pechos en general y en las tetas de tu hermana, grandotas y paradas, en particular.Cuando los chicos te pidieron detalles, una prueba, sentiste que pisabas arenas movedizas. Porque la prueba la tenías ahí mismo, en tu celular. Pero mostrar las fotos podía ser igual a pasar de ídolo a degenerado, y además iba a ser imposible que ninguno hablara y que el asunto no llegara incluso a oídos de tu familia. Te decidió la apuesta con Hernán, el líder natural del grupito. Porque él también había percibido tu respuesta como una amenaza, y quiso recuperar terreno. Entonces te había desafiado, se te había reído en la cara tratándote de mentiroso, de pendejo mentiroso. Tuviste la lucidez de no darles el gusto demasiado pronto; de repente te diste cuenta de que el resto asistía mudo al diálogo entre Hernán y vos y te gustó ese poder repentino. Y además, ya tenías la prueba que te pedía Hernán, ese grandote Hernán de 12 años que de repente parecía asustado y en el fondo se le advertía que ya te estaba admirando también.Así que te quedaste callado y con una sonrisa, y los dejaste que se agrandaran, que te cargaran entre todos hasta que apareció la apuesta. Primero escuchaste lo que querías oír, que había varios que se morirían si veían una foto de tu hermana en bolas, que darían no se qué por verla.Por fin le dijiste a Hernán, mirándolo sólo a él, fijamente:
- ¿Qué apostamos?
Me dijo Juan que le hizo gracia cuando le contaste esta parte. Más allá de la indignación y las ganas de cagarte a trompadas, esta parte le había dado risa a Juan. Porque te imaginó inflando el pechito contra el del otro nene, con apenas 8 años y haciendo apuestas que incluyen minas en pelotas. Claro que Juan nunca iba a decirte ésto. Pero sigamos: el tiempo que te demoraste hasta hacer la apuesta, te dio la posibilidad de ver todo en pespectiva: ibas a mostrar una prueba, una sola, pero no en ese momento y no a todos. Ibas a mostrarle una foto a Hernán, pero no directamente del celular sino impresa. Eso iba a dejar por lo menos dudas acerca de cómo la habías conseguido. En caso de que a Hernán le importara eso, claro. En caso de que a Hernán le importara más eso que ver a tu hermana completamente desnuda, en la cama y con las piernas abiertas, como posando.Así que habías ganado la apuesta, 10 pesos y un juego original para la computadora. Pero por sobre todo habías ganado prestigio, el propio Hernán se encargó de ponerte por las nubes. A vos y a tu hermanita, claro.Después de eso no hubo más apuestas. Pero sí hubo más fotos y muchos pedidos para ver “la” foto, y a algunos se la mostraste a cambio de algo. Nadie supo que tenías más de cincuenta fotos. Ni siquiera Juan.Hablando de él, nunca entendimos qué fue lo que realmente te pasó, por qué de repente tuviste un cargo de conciencia insoportable con Juan. No tenías ningún remordimiento con tu hermana, pero con Juan sí. Te torturó la culpa hasta que se lo contaste. Debe haber sido muy difícil para vos, porque apreciabas mucho a Juan, y él a vos, era el novio de tu hermana desde hacía años y siempre te trató como si fueras especial, a pesar de la diferencia de edad. Así que un día lo llamaste y le dijiste que querías verlo, solo. Hacía meses que andabas con el celular y casi no podías creer las fotos de tu hermana que habías conseguido. Juan se preocupó, porque te notó angustiado de veras. Y cuando le contaste lo lastimaste mucho, porque le parecía terrible lo que estabas haciendo, pero vos te quebraste en un llanto desgarrado y entonces Juan se dio cuenta de que se te había ido de las manos, que el juego perverso se te había vuelto en contra de repente, que te mezclaste en cosas demasiado jodidas para tu edad. Y Juan tuvo que calmarte, apenas pudo retarte un poco y decirte que bueno, que él mismo iba a encargase de arreglar todo con tu hermana, porque tu hermana tenía que saberlo, era mejor eso a que se enterara por otro lado. En cuanto pudo apaciguarte un poco te hizo prometer que todo se terminaba ahí, incluso borraste las fotos delante de Juan. Fue lo mejor, viéndolo ahora a la distancia.
Porque a mí también el asunto se me había ido de las manos, y ahora estaba Juan. Pero desde la primera vez que te pesqué fotografiándome supe que jugábamos con fuego. Yo también me sentía estremecida cuando sabía que me estabas espiando, y adivinaba que mis fotos andaban torturando a tus amiguitos, a esos mismos nenes que me miraban y enrojecían cuando venían a casa, y a mí me gustaba.







martes, agosto 19, 2008

Sexo débil


Que conste que yo con mi pareja busco, fundamentalmente, crecer, ser una mejor persona. Por eso las elijo pletóricas de virtudes, arquetipos de la femineidad y del ser humano ideal, dechados de inteligencia, adalides de las buenas costumbres, y tetonas, dentro de lo posible.
Las elijo lo más cercano a la perfección que puedo.
Que al cabo de pocos meses se degraden de ninguna manera puede achacárseme a mí, sino a la debilidad propia del sexo femenino.
Yo reconozco mis defectos, y hasta los declaro de movida, junto con mi promesa fehaciente de trabajar duramente para corregirlos, de ser posible en compañía de tan brillante ejemplar.
Muchas veces aceptan, y después resultan peores que yo. Ejemplos son los que abundan.

* Yo bebo socialmente, apenas una copa de vino en alguna cena, y jamás solo. Disfruto de un buen vino, tengo siempre algunas botellas para mis amigos, pero sólo en ocasiones especiales he superado mi límite de una copa.
Cuando la conocí, Aldana sólo bebía gaseosas dietéticas, jamás había probado el vino (sólo una vez media copita de "New Age", según me contó, y no le había gustado), y el tinto le causaba directamente asco. En nuestra segunda cita la llevé a cenar, y aceptó probar el vino tinto, y le gustó. Luego incorporamos el vino a todas nuestras comidas, incluso Aldana se servía unas copas antes de la comida. Ya diferenciaba entre cepas, y al mes se agarró la primera curda grave. Después de eso llegaba siempre borracha, y solía vomitar justo en la alfombrita de mi baño.
Yo la hubiera acompañado en la rehabilitación si no me hubiera afanado las 3 botellas de Rutini que reservaba para el cumpleaños de mi amigo Claudio.
Y la bodeguita de pino chileno.
Y el sacacorchos.

* Fumo desde los 15 años.
Cecilia detestaba el cigarrillo, era partidaria de la prohibición completa de la venta de tabaco, y nuestra relación estuvo a punto de no iniciarse nunca por culpa de mi adicción. Prometí dejarlo, y empezamos a salir a prueba. Un día encendí un cigarrillo en el baño, y lo apagué enseguida, pero se ve que el olor perduró hasta que Cecilia entró a hacer algo y se percató de inmediato. Salió del baño hecha una furia, y me hizo una escena de que lo mío era suicida y que si a mi me gustaría que ella hiciera lo mismo, y para demostrarlo encendió un cigarro, y después otro y yo realmente no podía controlarla. Terminamos a los besos, y para celebrar nos encendimos un pucho cada uno.
Cuando se pasó a los habanos consideré realmente hacerle una escena similar, pero a esa altura el humo en mi departamento era tan denso (siempre) que no me hubiera visto, y así mi arenga perdía fuerza. Murió tratando de fumarse una planta de malvón, y yo lloré bastante. Por el humo.

* Ocasionalmente juego unas monedas en las máquinas del Bingo, más que nada porque me queda de paso hacia mi casa. La primera vez que fui con Sabrina, yo perdí enseguida los 10 pesos que siempre llevo para jugar y me quedé acompañando a Sabri, que ganó 50 pesos en un rato, y nos fuimos muy felices. En ningún momento pensé en sacar más dinero para recuperar lo perdido, ni nada de eso. La segunda vez ganamos entre los dos unos 70 pesos, y nos fuimos.
Pero la tercera vez Sabrina perdió todo enseguida.
Se quedó viendo cómo jugaba yo…tres minutos. Después sacó otros 20 pesos y volvió a perder. Y otros 50.
Amenacé con irme y dejarla ahí, y Sabri dijo que mejor, porque le parecía que era yo el que le traía mala suerte, y que de paso me fuera a la concha de mi hermana.
Ayer cuando pasé por el Bingo ocasionalmente entraba alguien y pude espiar hacia adentro, y vi que estaba Sabrina jugando.
Me alarmó un poco que llevara la misma ropa, y que a sus pies un cartelito ofreciera sexo por dinero, y que ya hubiera dos tipos haciendo cola.
Ojalá que tenga suerte, sobre todo para que pueda ir a pegarse una ducha y cambiarse la ropa mugrienta.

***


Ignoro realmente si este comportamiento de ir siempre por más tiene que ver con una inclinación femenina, si lo hacen por competir o qué.
Pero otros vicios y costumbres los mantengo celosamente ocultos de mis chicas.
Por ejemplo: me gusta ver cuánto aguanto abajo del agua, y no quisiera que me pese en la conciencia una novia ahogada.

Y en algún semáforo me he sacado un moquito, como todo el mundo.
Sería espantoso ver cómo la persona que amás se practica una lobotomía a través de las fosas nasales, y encima te mancha todo el tapizado.




martes, agosto 05, 2008

Nils Runeberg

Siempre me pareció extraordinario este cuento de Borges, "Tres versiones de Judas".
Transcribo sólo una parte, que correspondería a la última de las "versiones", adjudicadas por JLB a Nils Runeberg. La negrita es mía, y seguramente innecesaria.



(...) A fines de 1907, Runeberg terminó y revisó el texto manuscrito; casi dos años transcurrieron sin que lo entregara a la imprenta. En octubre de 1909, el libro apareció con un prólogo (tibio hasta lo enigmático) del hebraísta dinamarqués Erik Erfjord y con este pérfido epígrafe: "En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció" (Juan 1: 10). El argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa. Dios, arguye Nils Runeberg, se rebajó a ser hombre para la redención del género humano; cabe conjeturar que fue perfecto el sacrificio obrado por él, no invalidado o atenuado por omisiones. Limitar lo que padeció a la agonía de una tarde en la cruz es blasfematorio. Afirmar que fue hombre y que fue incapaz de pecado encierra contradicción; los atributos de impeccabilitas y de humanitas no son compatibles. Kemnitz admite que el Redentor pudo sentir fatiga, frío, turbación, hambre y sed; también cabe admitir que pudo pecar y perderse. El famoso texto Brotará como raíz de tierra sedienta; no hay buen parecer en él, ni hermosura; despreciado y el último de los hombres; varón de dolores, experimentado en quebrantos (Isaías 53: 2­3), es para muchos una previsión del crucificado, en la hora de su muerte; para algunos (verbigracia, Hans Lassen Martensen), una refutación de la hermosura que el consenso vulgar atribuye a Cristo; para Runeberg, la puntual profecía no de un momento sino de todo el atroz porvenir, en el tiempo y en la eternidad, del Verbo hecho carne. Dios totalmente se hizo hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas.
En vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund. Los incrédulos la consideraron, a priori, un insípido y laborioso juego teológico; los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia ecuménica una casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa indiferencia; Dios no quería que se propalara en la tierra Su terrible secreto. Runeberg comprendió que no era llegada la hora: Sintió que estaban convergiendo sobre él antiguas maldiciones divinas; recordó a Elías y a Moisés, ,que en la montaña se taparon la cara para no ver a Dios; a Isaías, que se aterró cuando sus ojos vieron a Aquel cuya gloria llena la tierra; a Saúl, cuyos ojos quedaron ciegos en el camino de Damasco; al rabino Simeón ben Azaí, que vio el Paraíso y murió; al famoso hechicero Juan de Viterbo, que enloqueció cuando pudo ver a la Trinidad; a los Midrashim, que abominan de los impíos que pronuncian el Shem Hamephorash, el Secreto Nombre de Dios. ¿No era él, acaso, culpable de ese crimen oscuro? ¿No sería ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no será perdonada (Mateo 12: 31)? Valerio Sorano murió por haber divulgado el oculto nombre de Roma; ¿qué infinito castigo sería el suyo, por haber descubierto y divulgado el horrible nombre de Dios?
Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno.Murió de la rotura de un aneurisma, el primero de marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al concepto del Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio.


1944

martes, julio 22, 2008

Sábado 19 de julio de 2008



Podrían haber sido muchas otras canciones. Podría haber sido un cuento, o una nota aclaratoria. Pero la verdad es que el sábado tuvimos una noche de perros.


lunes, julio 14, 2008

Como decíamos ayer (*)


La Sociedad secreta "In pectore" de Villa Adelina elaboró durante años todo tipo de material con respecto al busto femenino. Desde enjundiosos tratados ("La teta y su vinculación al capitalismo salvaje") hasta verdaderos panfletos difamatorios ("La Estelita del quiosko usa relleno de algodón"), pasando por los consabidos almanaques de gomería, al que le agregaban sus propias consideraciones sobre el busto de la modelo. Uno de sus fundadores fue Roberto Saldaña, dueño de la imprenta "Gutemberg" de la mencionada localidad. En sus talleres solía reunirse en secreto la plana mayor de la Sociedad y, entre mate y mate, se elaboraban los informes que luego Saldaña imprimía y entre todos (y durante las madrugadas) repartían por el barrio.
Lo del secreto de la Sociedad era más bien anecdótico. En realidad se sabía que la imprenta funcionaba como sede, y por supuesto se conocía quiénes entraban haciéndose los disimulados por lo menos una vez por semana y se quedaban hasta la hora de la cena, horario en el que eran inexorablemente echados por la señora de Saldaña, mujer de busto generoso aunque de escote amarrete. Se dice que Inés Gorlero, la mujer de Saldaña, toleraba las reuniones de su marido y los amigotes porque cada tanto hacían elogiosas referencias a sus atributos, y más de una vez se la sindicó como el modelo del pecho deseado, seguramente a instancias del imprentero.
A continuación referiremos los hechos que arrojaron por tierra con tantos años de investigación y por la ventana de su casa a Saldaña, merced a los certeros puntapiés de la señora Gorlero.

Si bien cada tanto aparecía la señora de Saldaña mencionada como paradigma de los senos ideales, se trataba más bien del deseo de elogiarla (casi gratuitamente, convengamos) de su esposo, y del hecho innegable de que la sociedad debía congraciarse con la señora Inés para poder, luego, dedicarse tranquilamente a hablar de las tetas de toda Villa Adelina, por lo menos hasta la hora de cenar.
Ya con ese amplio espectro, los estudiosos habían, entre otras cosas, catalogado a destajo, sin descartar las clasificaciones vulgares y harto conocidas, tales como "Huevo frito", "Bolsita de pus" y "Más que novia es un amigo". Algo más elaboradas eran las categorías sugeridas por el profesor de Instrucción Cívica Carlos Victorica, a saber: "Amazona ambidiestra" (1) o, para las más audaces, "Cleopatra" (2). En todo caso, se divertían bastante.

Pero más allá de inventar categorías y de andar espiando escotes casi impunemente con la excusa de hacerlo con fines científicos, lo cierto es que no lograban ponerse de acuerdo en cómo debían ser las tetas ideales.
Había, eso sí, un consenso en cuanto a la armonía con el resto del cuerpo, y una preferencia por la forma de gota a punto de romperse: ni tan redondas ("Pomeliformes", Saldaña dixit) ni tan altas ("Vigías en su atalaya", Carlos Victorica).
En el prostíbulo que funcionó hasta hace muy poco en Avenida Ader 4004 (3), Roberto Saldaña encontraría por casualidad el busto soñado, y se enamoraría perdidamente de su portadora, la correntina Lidia Sotile, (aka) "Jackeline".

Sotile (según escuchó Saldaña de boca de un motoquero amigo, asiduo cliente del burdel), tenía la particularidad de tener un seno mucho más grande que el otro, y esta deformidad, que a otro podría haber espantado, interesó vivamente a Saldaña, el cual se apersonó al día siguiente en el lugar de trabajo de la correntina. Efectivamente, Jackeline tenía una enorme teta izquierda que cumplía acabadamente con la forma de gota culminante, e incluso el pezón correspondiente era del largo reglamentario, y un diminuto seno derecho, delicado y más pálido, bien formado pero menor a la mitad del izquierdo, por lo menos.

No fue a la primera visita, ni a la segunda, que Jackeline le contó a Saldaña el por qué de la disparidad. Debe haber sido a la vez catorce o quince, y para entonces media Villa Adelina ya lo había visto entrar o salir del lupanar.
Ya entrados en confianza, Saldaña, que no encontraba la forma de preguntar por la diferencia de tamaño, comentó como al pasar que si bien la izquierda ameritaba un jetón, la derecha dejaría al mismo jetón con ganas. Jakeline, o más bien Lidia, le explicó entonces que había estado amamantando hasta hacía poco tiempo, y que por consejo de una colega, había usado para el menester sólo la teta derecha.
-La derecha era exclusiva para mi bebé, y la izquierda exclusiva de mis clientes, que se merecían que les dejara una tal cual ellos la conocen. Lo que no calculé es que el mocoso fuera tan hambriento, y enseguida me di cuenta de que ya no podía emparejarlas. Así que seguí dándole sólo la derecha. ¿Usté qué opina, Saldaña?
-Es un gesto de amor, obviamente. O dos gestos de amor, mejor dicho. Me conmueve, Lidia.
-Jackeline…
-Ambas…derecha e izquierda, digo. Si me permite…su nene ya no mama, ¿no?
-No…
-Me gustaría, entonces…
-Ay, Roberto…por ser usté…

En la siguiente publicación, "In pectore" (más bien sólo Roberto Saldaña, que hasta lo firmó con su nombre verdadero) anunció que los senos ideales eran los desiguales, y hasta proclamó a Lidia Sotile como el nuevo paradigma de la belleza pectoral. El artículo provocó la desintegración de la sociedad, y del matrimonio de Saldaña.

Al poco tiempo el imprentero de Villa Adelina comenzó a salir con alguien de características similares a las de la Lidia Sotile, pero la relación acabó enseguida al comprobar que no se trataba de otra mujer con una historia interesante, sino del travesti "Pepino" que no había reunido aún el dinero suficiente para operarse la segunda teta.





(*) "Como decíamos ayer". La frase es atribuida a Fray Luis de León, y dicen que así comenzaba sus clases en la Universidad de Salamanca. Incluso dicen que la utilizó al retomarlas, luego de pasar varios años en prisión, merced a la Santa Inquisición. El título, como puede observarse, no tiene nada que ver con el post. Se refiere a mi propia ausencia de más de un mes, y ésta en gran parte se debe a mi madre, que continúa en terapia intensiva, pero mejora en forma alarmante: el domingo dirigió la milonga e hizo cantar tangos a médicos y enfermeras y, según me dicen, ella misma no desafinó tanto. Ahora se aburre mucho, y exige que la liberen antes del día del Amigo, fecha en que tiene programado un asado en su casa, cantata incluída. Ignoro si va a invitar al personal de la U.T.I. del Trinidad de San Isidro, pero no me extrañaría, porque son gente muy macanuda.

(1) Se dice que las amazonas se cortaban o quemaban un pecho a fin de manejar más cómodamente el arco (de ahí incluso provendría el nombre: "a", privativo, "mazos", pecho: "sin pecho"). O sea, si fuera ambidiestra…

(2)La Reina del Nilo generalmente no cubría su busto, sólo lo maquillaba al tono que usara ese día para sus ojos. Parece que eso fue lo que convenció definitivamente a Antonio, que hubiera formado parte con gusto de "In pectore".

(3) Dicen.

lunes, mayo 26, 2008

Perdón, Claudio


Mi mejor amigo se llama Claudio. Por razones obvias no puedo mencionar las correrías que hemos compartido; básteme decir que la vida ha sido demasiado generosa al ponerlo en mi camino. Y sóbreme con agregar: es una de las personas más inteligentes que conozco, y seguramente el que más me hace reír.

Como hacen los buenos amigos, Claudito estuvo el sábado 17 de Mayo en mi cumpleaños, a pesar de estar con fiebre, dolor de garganta, creo que gases, etc.
Estuvo ahí, hecho una porquería pero estuvo.
El regalo fue su presencia, pero además, en un gesto muy propio de él, me regaló una hermosa petaquita con mis iniciales que yo deseaba mucho, y una cajita de habanos.
El viernes 23 de Mayo (apenas unos días después) fue el cumpleaños de Claudio.
Y es la segunda vez que se me olvida por completo.

La primera (por lo menos) llamé para ver si salíamos con un par de atorrantas que yo conocía (Claudio estaba separado, y yo soltero) y ahí me puso al tanto de la situación:
- Es mi cumpleaños, hijo de mil putas – dijo Claudio.
- Ah…Ya voy…Aguantá…
Pero esta vez…una laguna inconmensurable.

El otro día le comentaba al Yaya por mail que soy un poco despistado. No sé si me creyó. ¿Sabe qué día se lo escribí, Yaya? El 23 de Mayo. El día que cumplió años mi mejor amigo.
Para colmo de males, el viernes me fui a la casa de mi novia sin el cargador del celular, y tronó enseguida (eso ya no es despiste, podemos hablar sin temor a equivocarnos de una pelotudez importante).
El sábado bien, gracias, un poco fresquito.
El domingo a la tarde volvimos a casa. Cargué el celular. Entraron 5 mensajes de Claudio, no demasiado explícitos (para mí).
Respondí displicentemente: "Puto" y me dispuse a preparar el mate.
Entonces llegó uno nuevo que decía algo así como "Te estuve esperando, reverendo hij…"
Me corrió un frío por la espalda.
Mandé mensajes urgentes, llamé, hice promesas ridículas…
Lo peor de todo es que Claudio no se enojó.

Pero boludeces así terminan jodiendo las relaciones, por más genial que sea el agraviado.
Se me ocurrió que hacer público este pedido de disculpas tal vez sirva, no para arreglar la cagada con mi amigo, sino para que se me vaya haciendo carne que no se puede ser tan desbolado, que un poco está bien y hasta queda lindo, pero no en todos los rubros. Uno tiene todo el derecho (la obligación, diría) a olvidarse del aniversario de casado, eso hace que las mujeres reasuman su papel y hasta se sienten revalorizadas en su rol…pero ¿el cumpleaños de un amigo? Las reuniones con mis amigos, sobre todo con Claudio, son de las cosas que más disfruto en la vida.
Entonces, ¿por qué, Dios, por qué? ¿Por qué no me lo anoté en un huevo, Dios?

Le dije a Claudio que iba a escribir algo sobre ésto en el blog. Y me dijo que lo iba a leer…el año que viene.
Eso sería muy justo, pero yo creo que no va a aguantar tanto.
Le va a picar la curiosidad por saber si me olvidé de hacerlo.

Perdón, Claudito.
Te quiero mucho.



jueves, mayo 15, 2008

Dos a dos


Ojo, que obtuvimos un valiosísimo empate fuera de nuestra cancha...


Nota: Debido a anónimos sospechosos y a votación fraudulenta en el concurso del post anterior, se ha decidido tomar el toro por las astas y escribir todas las sugerencias, comenzando por riguroso orden de llegada y sin acomodos. De todas formas, pueden intentar sobornarme, pero solamente en efectivo.
Muchas gracias.

martes, mayo 06, 2008

Reportaje con propuesta


Como no puedo concluir nada de lo que vengo escribiendo, y por una cuestión de inmodestia que me hace suponer que alguien va a extrañar mis escritos y que debo actualizar el blog, invento excusas y justificaciones muy bonitas (digo yo) en este reportaje a mí mismo en el que (como periodista) soy peor que Majul (no digo "peor" de jodido, digo "peor" de ingenuo, de pusilánime, de gil, ¿ok?).
Pero al final viene con una especie de concurso, y ya sabemos que las masas mueren por esas cosas.
Vean sí no:
- Hace un tiempo largo que no escribís…
- En realidad siempre escribo. Lo que pasa es que, o no está finalizado o no son cosas para el blog.
- Ahá…Qué curioso, pensé que cualquier cosa podía ir al blog.
- No, no. Porque por ahí se me da por escribir poemas, sonetos…pero hasta yo me doy cuenta de que son horribles. Y para malo prefiero seguir con las notas y cuentos, ya son demasiados géneros profanados…
- ¿Podrías mostrarnos algo de los poemas?
- ¿Este reportaje dónde va a salir?
- En tu blog…
- Entonces, no.
- Ahá…Bueno, ¿y a qué le atribuís el no poder finalizar los cuentos?
- Fundamentalmente a la falta de tiempo y de internet en casa. Me mudé hace poco y todavía no me instalaron la línea nueva (además de que la decoración no es mi fuerte…). Escribo, como siempre y por suerte, en cualquier lado. Pero necesito mi lugar privado para trabajar en el blog. En general todo lo que escribo sufre modificaciones directamente en el post, incluso a veces cuando ya tiene comentarios. Y suelo buscar imágenes que a veces me parecen imprescindibles, y ahora no puedo.
- ¿O sea que no es una crisis creativa sino más bien tecnológica?
- No, tampoco es tan así. Algo de crisis creativa hay también, porque nada termina de convencerme como para postearlo. Y cuanto más tiempo pasa es peor, porque uno siente como la necesidad de que "la vuelta" sea con algo bueno…y a más tiempo, mayor calidad, etc…
- Claro, pero igual tus lectores no están acostumbrados a mucha calidad de tu parte, ¿no?…
- …
- ¿O sí?
- Bueno, soy partidario de darle al público por lo que paga. Y el blog es gratuito…
- Y claro, ¿quién va a…?
- Aunque pienso hacerlo pago en poco tiempo.
- ¿¿¿¿Síííí????
- Sí, se me ocurrió una idea buenísima: voy a dejar los cuentos sin final, y el que quiera leerlos va a tener que suscribirse y pagar lo que yo quiera ¿no es genial?.
- La verdad que no.
- ¿Y si el final trae además fotos de Jesica Cirio en bolas?
- Pero están por todos lados…
- Puta…
- Exacto…
- No, digo: Qué mala suerte. Entonces no es tan buena idea.
- Eso no pudo hacerlo ni Stephen King: en cuanto quiso aumentar la suscripción nadie lo siguió…
- ¿Stephen King intentó algo parecido y le fue mal?
- Síp…
- ¿Con fotos de Yesi?
- No, no…
- Entonces, tal vez con las fotos…
- ¿O sea que querés lucrar con el blog?
- Bueno, me gustaría cobrar por lo que escribo…
- ¿Cómo anduvo la venta del libro?
- …eee…mejor no cobro nada. Los blogs son una expresión sarasa que no deben sarasa de ninguna manera, porque…
- Ahá…Tal vez sería interesante si pudieras adelantar aunque sea los argumentos de lo que querés escribir.
- Qué buena pregunta…
- No es una pregunta…
- Tengo una nota del Profesor Ramírez con consejos para la detección precoz de la homosexualidad. Tengo otra del rubro "Grandes Mentiras Históricas" sobre un émulo de Sandro que terminó suplantándolo en la vida real. Cuentos también: hay uno casi policial sobre un asesinato en medio de una obra teatral, otro donde el tema central es el vino, otr…
- ¿Te motiva escribir "a pedido"? Es decir, ya escribiste un cuento por sugerencia de Anto, ¿cómo fue eso?
- Sí, me divierte escribir un poco a presión, con consignas muy marcadas. Es muy de taller, eso. En realidad, Anto tiró un título imposible ("Joven carismático pisó caca y ahora lo miran feo") y fue muy divertido hacerlo.
-Entonces, se me ocurre que a lo mejor podés recurrir a tus (pocos pero muy fieles) lectores para que elijan el tema del próximo cuento.
- Qué buena pregunta…
- Y dale…
- Che, me encanta la sugerencia. ¿Cuándo sale ésto por la tele?
- Nunca…
- No, no: digo "publicado".
- En un rato.
- Entonces poné que se abre la recepción de "Títulos Para Cuentos". Pueden agregar también el argumento sugerido, pero si el título es lo suficientemente sugestivo a partir de ahí ya se puede escribir todo.
- Muy bien, entonces anunciamos que pueden dejar en los comentarios el título propuesto para el cuento, con o sin parte del argumento. ¿Cómo se hará la selección?
- ¿Por votación en el mismo post (o sea éste)?
- Que buena pregunta…
- No es…ah, sí. Es.
- Y pueden votar por sí mismos (como hacen los políticos) o por otros, en este mismo post.
- Y después yo lo escribo.
- Sí…
- Y les cobro…
- No…
- Ah...¿Y se prenderá alguien?
- Qué buena pregunta...



Nota: Supongamos que hay una semana para cerrar la convocatoria, y 3 días más para escribir el cuento. Unos 10 (diez) días a partir de ahora. Gracias!

viernes, abril 11, 2008

Ratones clasificados



Yo trabajo y estudio. Y soy de Tauro, pero no viene al caso (tampoco vengo siempre a bailar acá).
O sea: trabajo mucho, trato de escribir bastante y además estoy en plena adaptación y arreglo de mi nueva casa. Es decir: no tengo ni tiempo para las consideraciones que se vierten a continuación (una especie de clasificación por empleo de chicas que ratonean).
Todos los datos me fueron suministrados por amigotes.
Que se hagan cargo.

Las panaderas
Un caso curioso (me dicen). Suelen no ser lindas y tener algunos kilitos de más, pero aparecen en la Pole Position ratonera. Por otro lado son simpatiquísimas y andan con gorritas graciosas. Pero lo más importante: son proveedoras de brownies y pancitos saborizados. Alcanzan el grado 15 en la Escala de Ritcher para Temblores Amorosos cuando nos envuelven con sapiencia una torta de ricota.
Las imaginamos (dicen mis amigos) ataviadas sólo con la gorrita y embadurnadas en crema pastelera, sonriendo mientras nos preparan un cafecito pre-encuentro genital…
Cormillot, no existís.


Las de casas de lencería
No comparto este segundo puesto porque es un tanto obvio. Pero dicen mis informantes que son chicas generalmente muy lindas que representan dos papeles: con clienta femenina hacen de confidente, con un hombre juegan de trolas.
La fantasía (parece) hace que nos sea imposible no imaginarlas con cada prenda que nos muestran, y ellas suelen contribuir con acotaciones tales como "Este hace muy linda cola…yo lo uso…"
La excitación es alta, pero tienen el problema de que nos terminan vendiendo cualquier cosa, y siempre carísima. Y además 5 talles menos de lo teníamos que comprar, lo cual genera más quilombos después, en casa…

Las vecinas
Podría objetarse que no es un empleo. No importa, es casi lo mismo. Las vemos siempre en situaciones cotidianas, siempre haciendo casi lo mismo, en su rutina casera, como si fuera un trabajo.
Hay un cierto conocimiento entre las partes, que puede ser un mero saludo o algunas charlas más bien informales. Un día las vemos en la ventana en ropa interior…y ellas también nos ven. Hasta puede suceder que saluden…y se acomoden la bombacha mientras tanto.
A partir de ese momento, los saludos irán acompañados de una sonrisa que, en nuestro caso, interpretaremos siempre como una promesa de lujuria por venir.
En este caso obviamos la consideración del aspecto, porque hay de todo. A menos belleza, más apariciones en bolas. Algo así.
Pero las vecinas ocupan un lugar destacado y superan a las cuñadas en varios aspectos, sobre todo porque no tenemos que estar casados con nadie…
Además, cuñadas, familiares en general y amigas de nuestra chica no entran en la clasificación. Porque no son trabajos, y además nadie está obligado a declarar en su contra.

Las doctoras
Médicas, odontólogas, enfermeras, podólogas…hasta peluqueras llegado el caso. Alguien en uniforme preferentemente corto y escotado, que nos dé indicaciones y nos toque, que nos tenga a su merced y deba tomar la iniciativa. Las dentistas, sobre todo (siempre según mis amigos), inevitablemente apoyarán su vientre en el brazo que descansamos justamente en el apoyabrazos…por debajo del cobertor…invisible…
Claro que al mismo tiempo estarán torturando nuestra boca, pero está comprobado que algunas ni siquiera necesitan anestesia para que los pacientes tengan la cabeza absolutamente en otra cosa: un buen escote, un vientre como al azar apoyado, y un tratamiento de conducto parece un capítulo del Kama Sutra…

Las colegas
Compartimos el mismo trabajo, que puede ser cualquiera. Son las "compañeras".
Ocupan un lugar en esta lista por demás incompleta, pero con una salvedad.
Las compañeras no respetaron la cadena de frío: tienen un vencimiento cortísimo.
Llegan, son nuevas, tienen ímpetu, acaparan todas las miradas masculinas, provocan estragos hormonales…durante un mes.
Al mes son como hermanas (no cuñadas, ojo).
Hemos almorzado juntos, tomamos café, hablamos de todo, sabemos hasta cuándo les viene…y además ya tuvimos problemas laborales con ellas. Inexorablemente habrán pasado de alborotar las bolas a romperlas.
Y además está la nuevita de "Cobranzas", ¿la viste…?

A mí personalmente me atraen las chicas de "Efectivo Sí". Son todas hermosas, y además una mina que te da guita es altamente excitante.
Las bancarias podrían ser, y además usan uniformes.
Pero la debacle del 2001 influye negativamente en mi libido.
Quisiera encontrar un vecina, doctora, que te preste plata sin intereses leoninos mientras te convida con pastafrola, y que como pasatiempo venda cosas de Victoria’s Secret.
Digo, para mis amigos.

miércoles, abril 09, 2008

La petera

La presidenta no es santo de mi devoción. El peronismo no me gusta.
Más allá del partido a que pertenece (entre paréntesis, ¿qué significa hoy ser peronista?), Cristina Kirchner ha cometido errores hasta de cintura política, o mediática. No cae simpática, y carga con la etiqueta de autoritaria, autista, demagoga, soberbia, etc…Etiquetas que le dejó el ex presidente, su esposo. Y otros anteriores. Más su propio autoritarismo, miopía, falta de timming, etc. Que existen, sin dudas.
Pero…
Hay un ensañamiento peligroso con la figura de la presidenta.

Escribo esto minutos después de recibir por mail un video titulado “La petera y el sorete caribeño”, donde aparecen, claro, Cristina Kirchner y Hugo Chávez. El video no dice nada, son apenas fotos de ambos…mas algunos consoladores y fotos pornográficas.
Respondí el mail diciendo que no me había llegado el argumento…y que por favor no me enviaran cosas a medias. Todavía no me llegó nada más, ni creo que llegue.
El video es pésimo, por otra parte: no tiene gracia, no tiene sentido, es una cagada. El título debería haberme puesto sobre aviso. La petera y el sorete.

Escribo esto, también, minutos después de que en el kiosco una señora que no me conoce me dijera que hay que echar a las patadas a esa conchuda.
El insulto no escapa a las generales de la ley tratándose de mujeres. Lo primero que se ataca es por el lado del sexo, y lo más fácil es puta, y sus derivados.
Lo que me llama (un poco) la atención es que tanto la puteada como el mail vengan de mujeres.
“Sí, tratémosla de puta, de petera, de conchuda…Eso es lo que se merece por ser mujer: ya por eso solo es culpable de algo…”

Curioso camaleonismo este que ejercemos. Hace poco se celebraba que (por fin) una mujer accediera a la presidencia de la Nación por medio del voto. Se elogiaba su figura, hasta sus vestidos. Su garra, su firmeza, su memoria.
Hoy, todo eso son defectos…

Con el problema del campo, la imagen empezó a resquebrajarse en forma alarmante. Ahí empezaron, también, las cadenas de mail en contra del gobierno: una herramienta que nos encanta, que es muy fácil de hacer y que es absolutamente para idiotas (1).
Hay medios que de no ser oficialistas se pasaron redondamente al otro extremo: son bien hijos de puta. Y evidentemente la gente que se traga cualquier cosa por mail, hará otro tanto con lo que aparece en televisión o en la radio. Eso lo sabía muy bien Orson Welles…
Y el boca-a-boca, las charlas de café a la bartola, el opinismo al pedo, el rencor y la bronca mal dirigidos. Todas esas cosas que alimentamos y después ninguno sabe de dónde salieron. Estoy seguro de que si le preguntaba a la vieja del kiosco por qué la trataba de conchuda a CK, lo más probable es que no pudiera justificarlo…salvo que justo recién Radio 10 hubiera bajado línea especial para viejas pelotudas (cosa bastante habitual, por otra parte).

Hace poco estuve de acuerdo con el reclamo del campo. Verlos a D’elia y a Moyano me dio asco, entre otras cosas.
Y la presidenta no me cae precisamente simpática, ni comparto muchas de sus ideas. En ese y en doscientos temas más.
Pero eso no importa.
Fue elegida libremente, y eso debería significar algo.
Ganó en forma legítima. Para sacarla hay que esperar a las próximas elecciones.
En eso habíamos quedado, por lo menos.
Y ojalá que así sea, y que el peronismo pierda por escándalo en las urnas.

Pero mientras tanto, me va a joder que traten de petera a mi presidenta (ahora que lo pienso…a lo mejor no es un insulto…¿Por qué debería serlo?…Aunque, sí: estaba usado como insulto. A propósito: espero que el título del post haya resultado chocante), me va a joder que los medios chicaneen a gente como mi vieja, que después va y vota a Patti aunque yo le haga una doble Nelson.
Me va a joder, siempre, el insulto como primer argumento descalificativo, porque sí, porque está de moda, porque con alguien hay que desquitarse y además parece que uno hace oposición aguerrida.
O andá a saber por qué.

De manera que este blog lanza una campaña (a lo mejor hasta hago un power point y una cadenita) con un slogan parecido a Si la va a insultar aguántese la respuesta, porque me parece que usted come mierda y no se ha enterado, y además no me gustan nada los cagones (como usted, pelotudo) que después votan por el crédito de la heladera, o que andan diciendo que con el hijo de siete mil putas de Videla estaban mejor.

Como slogan es medio largo, pero no voy a andar pijotiando y poniendo sólo tibieces como “Conchuda”…



(1) Yo mismo, harto de cadenas imbéciles (y después de tomarme el trabajo de, por ejemplo, checkar por teléfono la información que aparecía en un mail sobre una droga que esterilizaba mujeres, y que era totalmente falso, pero total…nadie verifica nada), escribí e hice circular una cadena sobre el caso Cromagnon, totalmente absurda, y en el mismo texto advertía varias veces que era una joda, además de que el supuesto argumento era de por sí un delirio: la cadena circuló como verdadera…y hasta me la comentaron con angustia días después, sin saber que la había escrito yo. En el texto, yo convocaba a un repudio general en la embajada de Japón (?), hablaba de 6.000 muertos…y un perro, Boby, víctima de Chabrán. Hasta le puse Boby…

domingo, abril 06, 2008

Drogas


Hola, señora.
No tengo estadísticas a mano, pero créame: es muy probable que sus hijos consuman o vayan a consumir drogas.
Señora, no se me enloquezca todavía, ni me putee; el asunto (si usted todavía no notó nada raro y hasta se jacta de que hijos no hacen esas cosas, gracias a Dios) es casi seguro que aún no implica riesgo de muerte o adicción permanente, pero es necesario que hablemos con franqueza.
Señora, estos son otros tiempos. Tal vez usted o su marido se hayan fumado un porrito alguna vez. Casi desearía que lo hayan hecho, sería conveniente, señora. Pero son otros tiempos, decía, y van demasiado rápido para nosotros los adultos.
El tiempo vuela, señora.
Así que no lo perdamos tratando de entender a los chicos, y mucho menos haciéndonos los santos.

Su hija mujer (la nena) coge mucho, también (por lo menos, mucho más que usted). Y toma alcohol.
Es que todo está relacionado, señora. ¿A que usted se sintió moderna y piola hablando de sexo con la nena y permitiéndole una copa de vino blanco? ¿Un Le Mans suave compartido, tal vez?
Usted se está equivocando, señora: la nena no es (el nene tampoco) su amiga, nunca va a serlo y eso está bien. Usted no va a poder compartir todo su mundo, de la misma forma que sus propios padres no lo hicieron con usted. ¿Se acuerda cómo se quejaba usted porque no la dejaban hacer algunas cosas, o porque no la entendían?
La verdad, señora, es que usted era una adolescente, y ni usted se entendía.
De manera que esto que le digo no debería sorprenderla, es una verdad de perogrullo.
Súmele (a su propio recuerdo de esa etapa conflictiva) que el mundo ha cambiado mucho. Yo diría que para peor, en algunas cosas.
De la represión de nuestros días mozos al desenfreno, al descontrol como única forma de vivir la juventud (a lo mejor, hace unos años, usted hasta pensaba que le hubiera gustado volver a tener 14 o 15 años...¿qué piensa ahora, señora?)

La Iglesia, si usted quiere, dice que drogarse está mal. Ahora...si usted está un poco anacrónica y habla igual a sus padres, imagine a la Iglesia como a su abuela (la bisabuela de la nena. Le digo por si usted decía hasta hace un rato "gracias a Dios").
La Abuela (o bisabuela) también dice que no forniquen, ni deseen, y está en contra del divorcio... ¿Cuál es su estado civil, señora?
Ah...
Igual no importa demasiado.

Usted ya me va entendiendo, señora.
No hago apologías, ni tampoco soy apocalíptico: me limito a señalar los hechos, y usted sabe que no me puedo resistir a aventurar una especie de consejo (si no lo sabe, léame más, señora...)
Me parece que ya es tiempo de que un chico adicto no se viva solamente como un fracaso de los padres: si nos sinceramos veremos que estamos de drogas y alcohol hasta el culo, y que todos conocemos chicos que consumen. Grandes también, pero ese es otro tema.
Señora, ya sabe lo que voy a decir, pero no se me relaje tan pronto: un chico adicto es un fracaso de la sociedad, pero usted también es parte de la sociedad, ¿qué quiere que le diga? Ni apólogo ni tirabombas, pero tampoco un pelotudo.

Me pregunto qué sucedería si, en lugar de instalar en casa un estado policial, partiéramos de la premisa de que los chicos van a consumir, y a tener sexo (a veces, sin condón)
Digo: si en lugar de andar oliéndolos, en lugar de revisarles los cajones a escondidas o de prohibirles determinadas amistades y promover otras, aceptamos que no tenemos ni idea de lo que pasa en la actual adolescencia (la nuestra la pasamos mal, la dejamos inevitablemente atrás, pero no creo que sea una etapa de mucho aprendizaje. De la adolescencia no se sale crecido y resplandeciente como el patito feo convertido en cisne. Más bien es como un mal trago que conviene apurar, una cáscara viscosa que queremos desprendernos cuanto antes para (ahí sí) empezar nuestra vida independiente). La nuestra casi preferimos olvidarla, y ciertamente no queremos volver a pasarla y menos a través de otros, aunque sean nuestros hijos...

Entonces, me pregunto que sucedería si dejamos de usar el modelo de padres autoritarios y omniscientes que les sirvió (más o menos) a nuestros progenitores. Qué sucedería si reconocemos humildemente nuestras limitaciones y pedimos por favor que los chicos nos den pistas para acercarnos a su mundo. Qué sucedería si reconocemos que sí, que algo sabemos de drogas, pero que necesitamos actualizarnos, porque la ignorancia mata mucho más que la cocaína.

Pero claro, también podemos no hacer nada o ir a rezar, que es más o menos lo mismo. Porque toda la movida que podría responder a las cuestiones que escribí, exije un acto concreto de ponerse en el lugar del otro.
Y además, amorosamente.

Por ahí es mejor prohibirles ir a bailar o pegarles de vez en cuando un cachetazo, y listo.
Mejor para nosotros, digo.
Por lo menos hasta que aparezcan los primeros signos.





miércoles, marzo 26, 2008

Me perdí

Lo siento, me perdí.
Hay tanta gente hablando por las radios, tanta gente contradiciendo a la que habló antes, tantos piquetes, antipiquetes, cortes de ruta, desalojo de corte... Me han llenado los correos con mensajes, power-points, cadenas pasala-y-que-no-vuelva, me ha escrito tanto gente que no conozco, y otra que sí, pero que no sé bien qué me pide que haga; me llegó un conmovedor mensaje con el Himno Nacional, que dice que el campo somos todos, ahijuna. Me llenaron de adrenalina, y ahora quiero apoyar algo, cualquier cosa.
Al campo, al gobierno, a Cristina o a D'elia si no hay más remedio.

Qué quilombo estamos haciendo, ¿no?




Nota, como 6 horas después de posteado lo anterior: Anduve buscando aclaraciones, y encontré ESTO .

viernes, marzo 21, 2008

Cómo comprar y vender propiedades

Parte Dos



Ahora en San Martín, a los ... días del mes de Marzo de 2008, vienen de nuevo SERGIO, la MAMA, LOS NOVIOS, EL PUTO, EL SINDICATO DE BANCARIOS, y EL DE LA INMOBILIARIA DE MAMA, y alentados que son a declarar lo que les plazca, se adelanta SERGIO y dice:

1. Que el miércoles 19 se levantó tempranito, hizo los últimos trámites en los bancos y se fue hasta la casa central del Francés portando tantos miles en efectivo como nunca viera su añejo attaché, y que hasta le parecía increíble que nadie notara que él, el pelado de jeans, era Onassis reencarnado. Y que extrañamente (y a pesar de andar mirando a la gente con aire de "No saben la guita que llevo acá, giles"), llegó ileso hasta el Banco, un rato antes de la hora prefijada, a saber: las 13.

2. Que inmediatamente traspuestas las puertas del Francés, le llegó el rumor de un paro a partir de (obviamente) las 13... ¿Me estás jodiendo? NO.

3. Que sí, que no... hasta las 14:30, hora en que lo llamó el Escribano y Sergio se sintió como en el día de su debut sexual, aunque sin la certeza de aquella vez en cuanto a quién sería penetrado. Entiendasé: el asunto no venía muy bien parido, entre otras cosas a raíz de ¿A cuánto mierda van a querer cobrarme el dólar?, ¿El I.T.I quién era que lo pagaba, Dios mío?, dice Sergio que pensaba.

4. Que finalmente todo se resolvió bien, aunque el Escribano leía a la velocidad de los locutores cuando, después de la publicidad, dicen todas las contras que tiene el producto o el concurso publicitado, y a vos ya te entra la desconfianza y pensás que ese producto no lo comprás ni en pedo. Pero que como al final la guita era la que él había pensado, agarró y firmó y salieron de la oficina todos a los besos y enhorabuenas. Y que salieron del Banco justo cuando pasaba la manifestación de los bancarios, que en definitiva fue en lo que terminó el paro tan temido.

5. Que contento y entonado, llamó a EL DE LA INMOBILIARIA DE MAMA a ver si EL PUTO firmaba o no, y que EL DE LA INMOBILIARIA DE MAMA le dijo que sí y Sergio no lo podía creer.

6. Y lo bien que hacía, porque eran todas mentiras, como comprobó cuando habló con LA NOVIA vendedora y ésta manifestó que no sólo EL PUTO no pensaba firmar, sino que andaba en la costa con el novio y bien contento.

7. Que ipso facto SERGIO le dijo a su MAMA que ahora se había hinchado las bolas él, y que no quería saber más nada con EL DE LA INMOBILIARIA, LOS NOVIOS, EL PUTO, y por las dudas EL SINDICATO DE BANCARIOS.

8. Que MAMA se puso triste por ella misma y por la NOVIA, y contenta por el PUTO que la debía estar pasando bomba, pobre.

9. Que hoy SERGIO empezó a llevar cosas al depto, y que el bulincito es más lindo ahora que cuando no era de él.
Pero que a eso de las 19 un tornado casi le arranca las persianas, pero por suerte no, y que ya hubiera sido demasiado, dejame de joder.


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