A riesgo de no aprobar este semestre (?) , cometo una infidencia con éste ejercicio de taller. La de la foto es mi profe Patricia Miranda (a esta altura una mas de la banda) y el que está al lado es Guti, pero la Irma no autorizó que apareciera, aunque eso no viene al caso. La cuestión es que la consigna era armar un personaje y después pasárselo al de al lado para que hiciera el cuentito. Ese día jmslayer estaba indispuesto, de manera que su lugar lo ocupó la profe y el personaje que armó vino a parar a mis inhábiles manos. Hete aquí que al releer los personajes, a Patricia se le escapó que el personaje era casi ella misma. Mejor no lo hubiera dicho, no sabe con los bueyes que ara...
Personaje
Sexo: Femenino
Edad: 40 años
Un pensamiento: Mañana empiezo
Nombre: Ella
Una costumbre: Mirarse en todos los espejos que encuentra
Un detalle que lo caracteriza: Jeans ajustados
Época: Actual
Contexto: Supermercado
Nacionalidad: Argentina
Una frase recurrente: Te lo dije
Un tic: acomodarse el pelo detrás de las orejas
Entorno: Es parte de una familia tipo
Cuento:
(2/8, 19 horas. En preparación, estoy acomodando la foto, che.)
Ella
(3/8, 14:30. Hmmm...ando atrasado con la tarea y ya hay comentarios, pero va un pedacito de lo que ya está tomando forma definitiva)
Paradita en la góndola de los dietéticos que nunca va a comprar, ella les dedica una larga mirada a los productos antes de decidirse a continuar. Hace unos meses que está pensando en ponerse a dieta, aunque todavía llena fantásticamente los jeans y los entusiastas bocinazos que recibe la hacen seguir postergando la idea. En el metal de la heladera se refleja el perfil con la curva pronunciada de sus caderas de cuarentona a punto caramelo como (dice Gutiérrez, el de contaduría, y a ella le gusta). El pantalón ajustadísimo le levanta la grupa espléndidamente y la mantiene con una sonrisa constante, que se transforma en risa abierta cuando se dice la mentira de siempre: “Mañana empiezo”. Abandona el martirio de los lights y enfila directo a la sección perfumería, donde se detendrá varias veces en los espejos a comprobar que todo sigue en su sitio y a acomodarse el pelo detrás de las orejas.
Un tipo que no es su tipo la mira descaradamente y ella le hace un giro en redondo exagerado que es un borbotón de melena roja y culo parado pero no dispuesto. Sin embargo le ofrece una estirada lenta hasta el último estante para tomar una crema exfoliante nutritiva que no va a comprar necesita, cuestión de martirizarlo un poco por su atrevimiento. El fulano debe tener la edad de ella, (la edad de su documento), pero ella anda en busca de algo más joven fresco, más vital, más acorde a su verdadera la edad (la que le muestran todos los espejos y la que siente en el cosquilleo del estómago cuando Crespo festeja un gol levantándose la camisetita) *
to be continuará más later...
* 4/8. Algunas correcciones después del taller de anoche. En rojo lo que NO VA, en verde lo modificado. Sacamos los paréntesis y alguna cacofonía que le molesta al rompebolas de Slayer.
(6/8, 21:15. Ultima parada antes del relato completo, que vendrá mañana)
Elige un perfume nuevo que le parece apropiado para cuando empiece la cacería; es una fragancia embriagadora, con reminiscencias orientales que a ella la transportan inmediatamente al olor del sexo reciente y la hacen marear un poco. Cierra los ojos y es peor, el mareo se transforma casi en vértigo y hasta hay imágenes de un hombre muy joven y moreno con la cabeza hundida en su melena roja. Siente un peligroso calor que empieza justo debajo del ombligo que quedó al aire con la estirada anterior y que ahora ella mira con satisfacción. Su estómago es plano, tonificado, no existen estrías ni flojedades, y ella está definitivamente caliente. Hace una analogía entre la dieta postergada y la cacería inminente y dice en voz muy baja: “Empiezo hoy”
Coloca el frasco de perfume en el carrito de compras y siente que el pensamiento le hizo acelerar los latidos. Tiene que inspirar profundamente al salir de la perfumería y su andar es más felino que nunca, y ella no puede evitarlo. “Va a aparecer en cualquier momento”, piensa, y un estremecimiento de excitación le moja un poco la ropa interior.
Mira hacia la derecha y un chico joven y moreno la está observando con una semisonrisa deleitada. Está un poco lejos, pero es indudable que la mira a ella. "Te lo dije".
Baja un poco la cabeza sin dejar de mirarlo, se acomoda el mechón detrás de la oreja y da el primer paso hacia él.
Él desvía la mirada y por un momento parece que abandona el lance, pero enseguida lo retoma y ahora achica un poco los ojos para enfocarla con más precisión. Ella decide hacerse perseguir y se mete por un pasillo, aunque se detiene enseguida para que él pueda observarla a gusto. Está muy tentada con darse vuelta y dedicarle una pequeña mirada que lo aliente, pero en lugar de eso cambia de posición alternando el pie de apoyo, una vez, dos veces, tres. Como al descuido se pasa una mano por la parte superior de las nalgas y finalmente gira la cabeza y lo busca.
Él tarda un momento en levantar la vista que apuntaba al centro de ella. Ahora la mira directo a los ojos y parece terriblemente serio. Ella advierte con satisfacción que la seriedad de él se corresponde con ciertos pensamientos que pueden adivinarse. Ella vuelve a mirar hacia delante y comienza a alejarse. Camina sin detenerse hasta que terminan los escaparates y al llegar allí se queda como decidiendo hacia dónde continuar. Por el rabillo del ojo ve el abrigo azul de él aproximándose. Se da vuelta por completo.
- Hola-, dice él, -¿Cómo estás?
- Bien- , dice ella y él la besa con naturalidad en la mejilla
- Casi no te reconozco- , dice él y ella se sobresalta. Lo aparta un poco y le examina la cara
- Pará…¿Juan Pablo…?
- Sí, tánto tiempo, ¿no?
- Juan Pablo…estás enorme ¿Cuántos años tenés?
Él es o era amigo de su hija, aunque no se ven hace años. Y en algún tiempo ella fue amiga de su madre. A ella se le juntan 2 sentimientos: por un lado la decepción del romance y por otro un enorme alivio de que así sea. Sin darse cuenta afloja un poco la posición erguida y se coloca una sonrisa convencional e inofensiva.
- Cumplí 19 la semana pasada
- ¡19! Qué barbaridad…¿Y tu madre, en qué anda?
- Igual que siempre, pero más loca…
- Je, sí, me imagino…¿Y qué andás haciendo por acá?
Él se toma un tiempo para responder, y ella se da cuenta de que ya no domina la situación; él tiene un brillo helado en los ojos y ahora se acentúa su sonrisa. La voz de él es baja y ronca cuando dice:
- Te miraba. Desde hace un rato.
- Ah…
- Estás muy linda, Patricia.
- Gracias…¿y vos…estudiás? ¿Qué hacés?
- No tengo novia, me aburren las pendejas. Estudio arquitectura.
- Qué bien…lo del estudio, digo.
- ¿Estás con alguien? ¿Ya te vas?
- No. Sí. Si querés nos vamos, estoy sola. Hace rato.
- Te invito a tomar algo. ¿Tenés tiempo?
- Sí, pero… Mirá, Juan Pablo…
- ¿Qué? -, dice él.
Y es joven y moreno y se nota que quiere desordenarle el pelo toda la tarde. Ella siente una punzada de deseo que le humedece los labios y se yergue en todo su rojo fulgor para decirle que nada, que acepta, que cuando lleguen al bar va a tener que ir a acomodarse el pelo que ya siente enmarañado. De todas formas será sólo un café, aunque él la siga despeinando con la mirada.
Salen del supermercado muy juntos y ella se mira en el reflejo de la puerta automática y está mejor que nunca, con los jeans tan ajustados y con esa sonrisa.
* 4/8. Algunas correcciones después del taller de anoche. En rojo lo que NO VA, en verde lo modificado. Sacamos los paréntesis y alguna cacofonía que le molesta al rompebolas de Slayer.
(6/8, 21:15. Ultima parada antes del relato completo, que vendrá mañana)
Elige un perfume nuevo que le parece apropiado para cuando empiece la cacería; es una fragancia embriagadora, con reminiscencias orientales que a ella la transportan inmediatamente al olor del sexo reciente y la hacen marear un poco. Cierra los ojos y es peor, el mareo se transforma casi en vértigo y hasta hay imágenes de un hombre muy joven y moreno con la cabeza hundida en su melena roja. Siente un peligroso calor que empieza justo debajo del ombligo que quedó al aire con la estirada anterior y que ahora ella mira con satisfacción. Su estómago es plano, tonificado, no existen estrías ni flojedades, y ella está definitivamente caliente. Hace una analogía entre la dieta postergada y la cacería inminente y dice en voz muy baja: “Empiezo hoy”
Coloca el frasco de perfume en el carrito de compras y siente que el pensamiento le hizo acelerar los latidos. Tiene que inspirar profundamente al salir de la perfumería y su andar es más felino que nunca, y ella no puede evitarlo. “Va a aparecer en cualquier momento”, piensa, y un estremecimiento de excitación le moja un poco la ropa interior.
Mira hacia la derecha y un chico joven y moreno la está observando con una semisonrisa deleitada. Está un poco lejos, pero es indudable que la mira a ella. "Te lo dije".
Baja un poco la cabeza sin dejar de mirarlo, se acomoda el mechón detrás de la oreja y da el primer paso hacia él.
Él desvía la mirada y por un momento parece que abandona el lance, pero enseguida lo retoma y ahora achica un poco los ojos para enfocarla con más precisión. Ella decide hacerse perseguir y se mete por un pasillo, aunque se detiene enseguida para que él pueda observarla a gusto. Está muy tentada con darse vuelta y dedicarle una pequeña mirada que lo aliente, pero en lugar de eso cambia de posición alternando el pie de apoyo, una vez, dos veces, tres. Como al descuido se pasa una mano por la parte superior de las nalgas y finalmente gira la cabeza y lo busca.
Él tarda un momento en levantar la vista que apuntaba al centro de ella. Ahora la mira directo a los ojos y parece terriblemente serio. Ella advierte con satisfacción que la seriedad de él se corresponde con ciertos pensamientos que pueden adivinarse. Ella vuelve a mirar hacia delante y comienza a alejarse. Camina sin detenerse hasta que terminan los escaparates y al llegar allí se queda como decidiendo hacia dónde continuar. Por el rabillo del ojo ve el abrigo azul de él aproximándose. Se da vuelta por completo.
- Hola-, dice él, -¿Cómo estás?
- Bien- , dice ella y él la besa con naturalidad en la mejilla
- Casi no te reconozco- , dice él y ella se sobresalta. Lo aparta un poco y le examina la cara
- Pará…¿Juan Pablo…?
- Sí, tánto tiempo, ¿no?
- Juan Pablo…estás enorme ¿Cuántos años tenés?
Él es o era amigo de su hija, aunque no se ven hace años. Y en algún tiempo ella fue amiga de su madre. A ella se le juntan 2 sentimientos: por un lado la decepción del romance y por otro un enorme alivio de que así sea. Sin darse cuenta afloja un poco la posición erguida y se coloca una sonrisa convencional e inofensiva.
- Cumplí 19 la semana pasada
- ¡19! Qué barbaridad…¿Y tu madre, en qué anda?
- Igual que siempre, pero más loca…
- Je, sí, me imagino…¿Y qué andás haciendo por acá?
Él se toma un tiempo para responder, y ella se da cuenta de que ya no domina la situación; él tiene un brillo helado en los ojos y ahora se acentúa su sonrisa. La voz de él es baja y ronca cuando dice:
- Te miraba. Desde hace un rato.
- Ah…
- Estás muy linda, Patricia.
- Gracias…¿y vos…estudiás? ¿Qué hacés?
- No tengo novia, me aburren las pendejas. Estudio arquitectura.
- Qué bien…lo del estudio, digo.
- ¿Estás con alguien? ¿Ya te vas?
- No. Sí. Si querés nos vamos, estoy sola. Hace rato.
- Te invito a tomar algo. ¿Tenés tiempo?
- Sí, pero… Mirá, Juan Pablo…
- ¿Qué? -, dice él.
Y es joven y moreno y se nota que quiere desordenarle el pelo toda la tarde. Ella siente una punzada de deseo que le humedece los labios y se yergue en todo su rojo fulgor para decirle que nada, que acepta, que cuando lleguen al bar va a tener que ir a acomodarse el pelo que ya siente enmarañado. De todas formas será sólo un café, aunque él la siga despeinando con la mirada.
Salen del supermercado muy juntos y ella se mira en el reflejo de la puerta automática y está mejor que nunca, con los jeans tan ajustados y con esa sonrisa.
bueno ahora me tiene ansiosa, quiero leer su cuento.
ResponderBorrarANTO: Se ganó el premio a la ansiosa del día, calculo tenerlo en 2 horitas...
ResponderBorrar...tal vez un poco más, unas 27 horitas... Ando calculando para la mierda.
ResponderBorrarSergio:
ResponderBorrarMandale porfi un besote a la profe. Y si vos Patricia sos de leer el blos, te lo mando directamente (S. me dio tu mail pero no sabía qué escribirte, pero nada, mucho aprecio de mi parte).
Y Sergio....¿dale que le ponés el tilde a "más" y se lo sacás a "este", eh?
xxxObssssesiveFroggieSxxx
FROGA: éste comentario mas bien critico hacia éste blog no admite mas palabras: Obsssesiveee!!!
ResponderBorrareh eh yo me daba una vueltita dispuesta a leer pero 2 se convirtió en 27, pucha!
ResponderBorrarah por dónde retiro mi premio?
Sergio: cuándo tene razón tené razón tené. y cuando estoy insoportable...(caraavergonzada).siquerés borra este comment. con decirte que hasta de mi casa me querían echar hoy, y eso que vivo sola.
ResponderBorrarIgual sabés que te corrijo pero me encanta como escribís (una de cal y otra de arena, boy)
AnTo: acaba de perder el premio...por ansiosa.
ResponderBorrarFrogXXXXXX: ¿Y quién te echaba???? No me digas esas cosas que acabo de ver "El exorcismo de Emily Rose" y estoy sensible.
p.d.: Vi "Flores rotas". Clasificación: HMMMM...
bueno sigo intrigada (por no decir ansiosa) por cómo continuará el cuento... ya ha captado toda mi atención.
ResponderBorrarpd: voy a ir a "atención al ganador de premios" para reclamar, no se la va a llevar de arriba
Ella es bella, es lindo ser ella, me parece.
ResponderBorrarSaludos.
ROSS: Claro que es bella, está en el momento justo de la floración madura, cuando las mujeres (y quiero creer que los hombres también) explotan como esas estrellas raras que vuelven locos a los astrónomos. Pensaba hacerle pasar un mal momento a Ella, pero nada más que para embroncarla a Patricia. Ahora tu comentario me hace repensarlo, a fuerza de ser sincero y de admitir lo lindas que se ponen a los 40. Un saludo para usted, Ross, tan oportuna.
ResponderBorrarSer: tambien vi "Flores rotas". Clasificación: Mucho mas q HMMMM...casi voy a buscar a todos los criticos que le pusieron 5 estrellas.......
ResponderBorrarSu cuento EXCELENTE (con vos de Montgomery Burns)...pero lamento decirle q yo me imagine una cuarentona estilo "Cris Morena" venida a menos, comprando en supermercado Dia.
Besos
ji, va gustado, va gustando. En qu´número de las 27 horas caí? Es como parasacar la cuenta de cuanto falta...
ResponderBorrarCUCU: La idea era bajarla de un hondazo en cualquier momento, pero ahora no sé.
ResponderBorrarp.d.: ¿El "excelente" fue expresado juntando los dedos de las manitos y manteniendo las palmas separadas?
TT: Quisiera terminarlo el fin de semana, eso de hacer la tarea sobre la hora es una fea costumbre que ni la facu pudo sacarme.
Vengo leyendo las correcciones y el crecimiento del cuento desde el bloglines , no le tema tanto a la cacofonía, es un vicio de la palabra escrita que en el texto hablado ni se nota casi.
ResponderBorrarYAYA: Hágaselo entender a Slayer...
ResponderBorrarMirá, a los 20 no te importa nada, chupar o comer o salir o llegar. Pero no tenés suficiente madurez. A los 30 tenés miedo de los desbordes, porque te pueden llevar a la miseria misma. A parecer una de 40 y no una de 30 como pretendemos. Y a los 40 sabés que nunca vas a ser una de 30, menos una de 20. Entonces, a disfrutar! a sacarle provecho a lo lindo y asumir lo feo. Ya no valen (hablo por mí) los simulacros: soy lo que soy.
ResponderBorrarJi, perfecto, igual, puedo esperar, me gusta, me gusta.
ResponderBorrarROSS: Sí, algo de eso. A los cuarenta somos los que somos, pero sin que suene lapidario o implique un "estar de vuelta", más bien todo lo contrario.
ResponderBorrarCHIRI: Un jodido, el tipo, aunque Gutierrez es peor.
TT: Hoy lo termino sí o sí, y si le gusta le gusta, me alegro me alegro.
Vamos bien. Me gusta.
ResponderBorrarEstehm..¿qué hora es? Aquí somos unos cuantos que...? ¿No cierto Anto?
ResponderBorrarTomate tu tiempo, pero si en 24 horas no cumplís con lo pactado, date por...
FROG: Es que ustedes en Uruguay tienen otra hora, ¿táa? Pero hoy lo termino, por respeto a Batlle.
ResponderBorrarYAYA!!! Me lo había salteado!!! Me alegro que le guste, espero no cagarla al final. Saludos!
ResponderBorrarSi es por respeto al viejísimo Batlle, todo bien. ahora, si es al último presidente, mejor olvideséeee!!!!
ResponderBorrarGustó, gustó mucho.
ResponderBorrarFROG: Todos los Batlle son ladrones, del primero al último...ah, ¿me está grabando?
ResponderBorrarTT: Falta el final!!!!!!
¡Bueena Muzzetta, valió la pena la espera!
ResponderBorrarY una pregunta: ¿demoraste por falta de tiempo o porque no aparecía el final? (encuestas literarias).
FROGA: Dudé entre varios finales, y hubo algo de falta de tiempo. De todas formas, lo dejé medio abierto, che: el pibe tiene apenas 19...
ResponderBorrara la verdad, muy bueno.
ResponderBorrarGracias, Lunita
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