miércoles, agosto 09, 2006

Apología de la violencia

No es la primera vez que me sucede.
Me pasa, por ejemplo, cuando me pongo guantes y siento los puños ajustados y protegidos. O cuando me vendo y me pongo las canilleras para el fulbito.
Aclaro que soy más manso y dulce que Tinky Winky, pero…

Resulta que ayer a la mañana compré un barral de 2 metros para una cortina que voy a colgar (algún día) porque hace 2 meses que la tengo sostenida por clavos. El hecho de transportar esa vara de madera me hizo sentir peligroso y con ganas de usarla. Jugaba a caminar de otra forma y miraba a la gente con cierto desafío.
La dejé apoyada en una pared de mi oficina hasta la hora de irme a casa y la tomaba de vez en cuando para sopesarla o para molestar a alguno, hasta que se la encajé en el mate a mi compañero, 2 veces *. Él no se sorprendió demasiado, pero se levantó como para trompearme y vi que era en serio. Le pedí disculpas y pude calmarlo.
Aclaro que él es más manso y dulce que Floricienta, pero…

A la hora de la salida me crucé con el contador P, un tipo muy serio, a punto de jubilarse y más pachorriento que los solos de Gilmour en su último CD **. Cuando vio el barral se le iluminaron los ojitos y no pudo evitar contarme que era cinturón negro de koburo y que la maderita le recordaba al bo. Y por supuesto que me hizo una demostración ahí mismo y por supuesto que casi se la incrusta a la recepcionista.
Repito que es un tipo muy serio, pero…

Algo nos pasa a los hombres en cuanto tenemos un arma o un elemento no habitual que nos remita al fragor de la batalla. Pueden ser los mismísimos botines de fútbol con esos tapones tan incitantes o un simple barral para la cortinita de mi habitación. Cualquier cosa que nos aumente físicamente y nos otorgue cierto poder que, inmediatamente, es menester comprobar por ejemplo surtiendo al primero que se cruce. Y es difícil que el golpeado responda diplomáticamente y nos haga ver nuestra inconducta; más bien reaccionará visceralmente y tratará de partirnos la jeta en 4. Aclaro que todo lo dicho lo concibo únicamente entre hombres, ni se me ocurre este tipo de intercambio físico con una mujer. Imagino que tal vez una chica en esa situación llore o se ponga histérica. O la supere la sorpresa y no atine a nada, no lo sé.
Pero los tipos tenemos la violencia subcutánea, basta con rascar un poquito y aflorará inexorablemente. Ni siquiera hace falta una situación de peligro real para que saltemos; hay mucho de oreja mojada, mucho de macho argentino dando vueltas todavía. ***
Lo que intento decir es que no me disgusta sentirme violento de vez en cuando, comprobar que los instintos funcionan bien y están aceitados. No me molesta en absoluto, aunque no me agarro a piñas desde los 17. Creo que debo estar canalizándolo vaya a saber por dónde, pero el universitario pseudo intelectual se manda mudar con presteza cuando el aire huele a sangre. Gracias a Marte por eso; a veces me siento demasiado domesticado y no termina de convencerme.

Y si a jmslayer le molesta cómo suena “mucho de macho” que me espere a la salida y lo arreglamos. ****



* Sí, así trabajo yo, señora. Y muy bien, gracias.
** On an island, sin clasificación definitiva todavía pero no me gustó.
*** Repito repito repito repito que es solamente entre hombres

**** Al margen: ¿En qué pensaba el gil ese cuando gritó "No me peguen, soy Giordano"? Yo, al reconocerlo, le hubiera puesto más énfasis a la golpiza. Y me hubiera sentido plenamente justificado.

14 comentarios:

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Por estas razones piense bien antes de adquirir un arma.
Ahora, entre hombres, seguro, nadie sería tan animal de tener un instinto tan bajo con un ser tan delicado como una dama... (m?) pero alguna vez inténtelo, hay mujeres que quizás se la devuelvan, lo dejen sentado en el piso de una trompada. O quizás alguna (nadie sabe como funciona la mente de las mujeres) se lo lleve directamente a la cama.

Sergio Muzzio dijo...

FER: Gracias por el dato! ¿La famosa Tigresa Cucu???

TT: Me atengo al precepto de que a una mujer no se la golpea ni con el pétalo de una rosa (debe ser de Narosky)

Cucusita dijo...

Ser: Fer se me adelanto a mi comment...no quiera cruzarse conmigo si me ve con un martillo en la mano.
Ni trate de hacerme el chistecito con el barral de su cortina...no respondo de mi !!!!!!!!
Y varios/as lo han comprobado en carne propia (nunca mejor expresado).

Sergio Muzzio dijo...

CUCU: Bueno, me alegro. Modifico, entonces, mi teoría, e incluyo a las chicas superpoderosas como Ud.

xxx FroggieS xxx dijo...

¡Uy síi! Mejor cuîdese con las damas!
Yo no quiero ni saber de armas (por mí las tiraría todas, pero todas -al océano no porque se contaminaría más- pero las destruiría todas, ya sé, en un agujero negro). Ahora, si me dejan boxear...uuuyyyy!!! Defiendansén, y eso que es con cariño!!!! y sin matar, eso sí.
Creo que somos unas cuantas creo
y sin barro
ni histeriqueo

Cucusita dijo...

Jajaja, sepa Ser, que si no fuera Cucusita, seria Bellota, la chica superpoderosa de vestido verde, pelo corto negro y cara de enojadisima.
Besos

AnTo.- dijo...

Los hombres violentos tienen su atractivo, siempre y cuando se pongan violentos con uno de su especie.
Por mi parte tengo la violencia psicológica-verbal subcutánea, tampoco me disgusta sentirme así de vez en cuando, sobre todo cuando una sale a tomar unas copas y los que se pasaron de copas se acercan.

Sergio Muzzio dijo...

FROGGIES: Bueno, ya tenemos a Bellota, así que elija otra de las super.

AnTo: Transcríbame alguno de los diálogos con los ebrios, por favor!!!

CHIRI: Voy a quedar como un anticuado, pero las chicas también quedan MUY ordinarias. No me molestan las malas palabras, pero hay que decirlas con cierta gracia, che...

El Dandy dijo...

Sergio, conte por ahí que uno de mis mejores momentos fue jugar al caballero jedi con un tubo fluorecente de luz negra.
Que la fuerza lo acompañe.

Sergio Muzzio dijo...

DANDYYYYYY! Ando recontravago para leer (de hecho decidí que voy a actualizar una vez por semana), y con poco tiempo para escribir. Necesito ganarme el Monobingo o algo...
Pero el fin de semana me lo leo todo a usted, no quisiera perderme sus momentos de Jedi por nada de esta galaxia. Nano-Nano (de paso)

Sergio Muzzio dijo...

Qué bárbaro... Anoche sentí una ganas urgentes de volver a ver "El club de la Pelea". Ni siquiera lo relacioné con este post, pero me la alquilé y la disfruté como la primera vez, a pesar de ciertos comentarios malintencionados que denostaban la peli con el pueril argumento de que era "para hombres". Saludos y hagamos fuerza para volver a crear nuestro propio Club de las hematomas.

Mr Montoto dijo...

Con un elemento contundente en la mano todos somos centuriones romanos.

Pocas cosas más reconfortantes para el espíritu y más desestresantes que una buena pelea (ganada).

Sergio Muzzio dijo...

YAYA: Ojo que lo del elemento contundente en la mano tiene connotaciones extraordinarias y también reconforta el espíritu.

Anónimo dijo...

Está ligada a nuestra naturaleza, siempre latente, la imágen del macho dominante (como sucede entre leones, gorilas o lobos)...tal vez por eso nos seduce y entusiasma la imágen del triunfador, con derecho a la rendida y admirada corte femenina, al final todo cierra por ese lado...pero no es muy original de nuestra parte, los bonobos (esos primates "demasiado" semejantes a los humanos)le encontraron la vuelta, puesto que tanto lo grato como lo ingrato lo festejan o lo resuelven ¡cohabitando!...por supuesto que para eso...hay que tener no solo ganas de pelearse, sino con qué ¿no te parece?