Resulta que ayer fuimos a cenar a la salida del teatro* y, claro, tomamos vino. Después teníamos que pasar a saludar por su cumpleaños al flaco Silvio que nos esperaba en Mitos. Y ahí dale con el clericó, la cerveza, sidra para el brindis, algunos rocanrroles, más vino y así hasta las 6 de la mañana…
La pesadilla fue muy fulera.
Yo iba hasta la barra de Mitos y me la encontraba a Verónica Lozano vestida como en la foto y en la misma posición, incluso en ese banquito.
- ¿Qué te sirvo? – decía la Vero.
- Verónica…, ¿qué hacés? Estás más buena que el agua…
- Ay, Sergio (se ve que me conocía, hasta ahí era un sueño), justamente…
- Dame un whisky
- No, jaja, qué tontito…
- Jaja, qué boludita, Vero. Dame un whisky.
- No, pelotudito…
- Epa.
- Esto es Mitos Argentinos, un Bar de Aguas, el primer bar temático de estas características abierto en la Argentina, que ofrece más de 50 aguas de todo el mundo. Con su inauguración el año pasado, SER trajo al país una tendencia mundial que está ganando adeptos en el mundo gourmet y sibarita…
- No entiendo…
- ¡Es la nueva tendencia! Entre los bares de agua famosos se encuentra el Water Bar de Colette de París -nacido en 1999 de una idea americana en los años 80- que propone a sus clientes 80 tipos de aguas minerales de varios países. O el Aqua Store de Roma, donde el público, desde fines de 1999, obtiene un panorama con información detallada de las distintas aguas que están en venta en el mundo. En otros países, como Australia, Japón y Estados Unidos también se encuentran estos espacios que se imponen como una tendencia.
- Hablás como en una propaganda…
- ¿Qué te sirvo, che? Tengo mucha gente que atender…
- ¿¿¿¿Lo único que hay es agua???? ¿La gente viene a tomar agua?
- Obbbvio. Y mirá cómo se bambolea frenéticamente después de tomarse una saborizada de kiwi…
- No me la creo…
- Observá el ritmo del Silvio, que se incorporó un litro entero de “Finamente Gasificada”
Por suerte me desperté inmediatamente, aullando. El terror había ido en aumento, pero verlo a Silvio consumiendo agua me hubiera producido un infarto de miocardio.
Sin embargo me quedé un rato reflexionando en que la pesadilla contenía una verdad indiscutible: la gente se juntaba en sitios que llamaba “Bares” a tomar agua. Y encima pagaba y hacía como que se divertía.
Para reflexionar mejor, coloqué el agua en la pava, que es donde corresponde, y mientras se calentaba me terminé un Latitud 33 que todavía tenía 2 vasitos.
Creo sinceramente que mi asunto con Verónica Lozano no va a prosperar, por lo menos hasta que abandone esos vicios espantosos.
* En cualquier momento me pongo a recomendar comederos, porque la vengo pegando como si supiera.
Nota: al final terminé "Ella", por si alguno todavía le interesa. Está acá: http://latimidezyotrascosas.blogspot.com/2006/08/ella.html
3 comentarios:
Agua? Oh, no, seguramente eso estaría tna lleno de gente que sería imposible entrar!
No no y no. "Bar de Agua" encierra una contradicción entre los términos.
FER: Que tenga gas y pregunten por pedo, suena medio escatológico. Me vuelvo al vino.
TT: Qué se yo...Hay gente para todo
YAYA: ¿Se imagina en un lugar así, rodeado de sus amigos y consumiendo AGUA...???
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