lunes, noviembre 01, 2010

Entreteniendo a papá

Entretener a papá es un problema.

Está solito, está grande, está medio choto, y yo no quiero que se me venga abajo, pobre papá, porque se me aburre mucho el viejo. Tiene tanto tiempo al pedo, se pone a pensar en Salgareda Vecchia, el pueblo de él, o en cosas tristes, en mi vieja...a veces se me pone a llorar...Hay que bancarlo, por supuesto, hay que mantenerlo entretenido, hacerlo hacer mandados, cualquier cosa. Boludeces para que se entretenga mi viejito querido.


Él era jardinero, pero cosas de jardín no te quiere hacer, está repodrido de las plantas. A mí me vendría bárbaro porque en casa ninguno quiere cuidar el jardín, y un jardinero te arranca la cabeza. Me podría ayudar mi viejo, la verdad, con todo lo que uno hace por él...

Pero el viejo no te toca un rastrillo, se emperró con eso, y hay que entenderlo, hay que tenerle paciencia y entonces darle otras cositas, pobre.

Algo que lo haga sentir útil, ¿no?, como para que no se tire al abandono ni le vengan ideas tristes. "Ah, ¿no querés hacer el jardín? Enseguida te lo soluciono", me acuerdo que pensé.


Lo bueno es que es obediente, y bastante hábil: vos le das un par de indicaciones y todavía algo te entiende y más o menos te lo hace. No te va a hacer un gran laburo, pero te saca del apuro.

Y uno se alegra, ¿no?, de poder entretenerlo a papá y hacerle más llevadera la vejez, pobre papá.


Eso sí: tenés que cagarlo a pedos. Como a los chicos, exactamente, porque si no, no te da bola. Tenés que ser firme igual que con los pibes, pensar igual que con los pibes que es por su bien, y no aflojarle porque si no se te desbanda, se te tira al abandono, y yo eso no lo voy a permitir. Que papá no se me tire nunca al abandono, le digo siempre a la Gorda, y ella piensa igual y también le da cosas para que papá le haga, y también lo caga a pedos.

Y algunos vecinos también: macanudos, los vecinos, comprensivos. Le buscan cositas para hacer.

Y lo recagan a pedos.


Papá resultó ser buen albañil y se da mucha maña con la electricidad y la pintura. Me conmueve tanto verlo activo, ver que no se tira al abandono, y uno se siente tan bien de ayudarlo, ¿no?, de hacer todo ésto por él.

A veces siento un poco de culpa por retarlo o por dejarlo sin comer, pero la Gorda me dice que es por su bien, para que no se tire al abandono, y entonces voy y le anoto 3 o 4 cosas en la lista de papá. Lo de la lista fue una idea de la más chiquita. Cuando vimos que papá tenía posibilidades, armamos una listita de las cosas más necesarias. Tampoco es cuestión de hacerlo entretener al pedo, ¿no?

De paso, que haga cosas que sirvan.


Le respetamos lo del jardín. De eso ahora nos ocupamos nosotros.

Todo el resto se lo damos a papá para que se entretenga, para que no se tire al abandono. Entre nosotros y los vecinos, papá ya tiene una lista como para 3 años de entretenimiento, 3 años más sin tirarse al abandono.


Lo que no terminamos de entender es por qué no se lo ve más contento. Está muy bronceado (muy) y bajó de peso (mucho), está hecho un galán y según el médico, de salud todavía está bastante bien, y del jardincito nos ocupamos nosotros, pero igual no se lo ve más alegre, al contrario.

A veces nos mira como con odio.


Qué cosa terrible es la vejez, pobre papá.

Menos mal que nos tiene a nosotros para entretenerlo.