domingo, julio 08, 2007

Dos o tres grados



Él le hizo un último llamado, supuestamente de confirmación de horarios y de sala, pero en el fondo de su corazón y de su piecita tibia (imposible describirla como “cálida”), esperaba que a ella le sucediera algo, un contratiempo u otro corte de luz de los que venía padeciendo, pobrecita, y tenía que bancarse, encima, el frío polar y los monzones nocturnos entre velas tétricas.

Ella lo atendió con alegría (con una fría alegría, podría decirse) y hablaron de lo feo que estaba el día, de lo horrible que había estado todo el día, gris y helado, sin un mísero reflejo de sol que justificara medianamente a Marilina Ross.
Ella le confesó que ni había averiguado los horarios de la película, pero como él ya lo había hecho, después de un rato se pusieron de acuerdo: tempranito, eso sí, porque con este frío, claro, y además que vivimos tan lejos uno del otro y sin auto y vos con esa tos, bueno yo también ando como con gripe, pero está okey, el centro es como un punto intermedio y me voy con una petaca de whisky, que se lleva muy mal con el pochoclo acaramelado pero levanta la temperatura y mejora cualquier película.

Abrigate bien, dijo ella con acento maternal y como para que quedara claro, mirá que hace mucho frío. Y él dijo que sí y cortó.

Afuera debían hacer dos o tres grados, pero la sensación térmica de viajar una hora hasta el centro y después tener que volver… Volver era para alpinistas, para gente muy preparada y muy loca, que arriesgaba la vida y pasaba frío porque seguramente de chiquitos los habían tratado muy mal y les había dicho que debían llegar a lo más alto cueste lo que cueste o porquerías de ese estilo. La cuestión es que la sensación térmica de él con ese panorama le aseguraba que, vieran la película que vieran, para él sería “El milagro de los andes” y hasta le daría por la antropofagia con su amiga, pero no por hambre ni deseo sexual, sino de bronca, sobre todo cuando la petaquita estuviera por terminarse.

Antes de que se decidiera a entrar en el baño helado, sonó el teléfono.
Era ella:
- Che, negro, está horrible…
- ¿Sabés que ando con gorro de lana acá adentro?
- Sí…no sabía cómo decirte, pero…
- No, si a mí me pasa igual. ¿Querés que lo suspendamos?
- Síííí…
- ¡Me parece bárbaro! ¡Lo dejamos para diciembre!
- Nooo, a lo mejor ma-ma-ña-na…
- ¿Te castañetean los dientes?
- Es que vengo de afuera…

Al final hablaron un rato largo, contentos de poder hacerlo cada uno en su casita y se contaron cosas mientras se tomaban algo caliente (él un whisky, ella juró que un Latitud 33 y putearon a dúo por vivir tan lejos uno del otro), hablaron de cosas que por otra parte, a lo mejor no se hubieran dicho durante la película o la probable huída después del cine.
Y la sensación térmica personal se hizo mucho más agradable, y probablemente terminaron la noche leyendo e imaginando la salida de los cines del centro como una suelta de espectros congelados que seguramente pensarían por qué no se habían quedado en casa viendo la CNN en húngaro o algo así.

Él le prometió que igual, antes de irse a dormir, le haría otro llamado a ver si se le había cortado la luz o le había pegado mal el Latitud.
Pero prefirió no llamar, y escribirlo, y dedicárselo.


Para Sarita C.


Nota: Esto puede ser perfectamente el complemento de ésto, y terminar de convencer a los que quieren irse del país.

24 comentarios:

AnTo.- dijo...

Usted ya lo sabe y de más está decirlo, pero a mí sí me gustó y contenta por su vuelta, aunque creo que esporádica. Contenta también porque hubo Piecita tibia y Whisky! fue un déjà vu de algo que iba a pasar, que no pasó, pero que estuvo en mi imaginación, aunque sea por unos días.
Besos y Saludos a Ricardo.-

Sergio Muzzio dijo...

"Saludos a Ricardo" me mató... El diagnóstico fue que no se consigue no sé qué cosa y aguantatelás. Por ahora la estufa anda al mínimo, auxiliada por el caloventor y las 4 hornallas.
Y el JB, obviamente.
Besos!

Anónimo dijo...

Siiiiiiiii soy yo la del relato frio....la que vive lejos...y la que confesó....el 33 venía pinchado.
Gracias, por estar,por escuchar, por compartir, Gracias Muzzio y me faltó el abrazo sentido, así que se lo mando ahora con las últimas nieves de Escalada....
Besos.
Sarita C.

Sergio Muzzio dijo...

¿Qué le pasaba al 33? En fin, gracias por lo mismo. (Ayer estaba todavía más lindo para ver "El milagro de los andes"...)
Besos!

Anónimo dijo...

No hay nada que abrigue más que un poco de afecto y comprensión...
"Año de nieves,año de bienes.." decían los viejos, sea así para tí, amigo.

Ana dijo...

Me alegro volver a leerlo.

Sergio Muzzio dijo...

EL PROFE: Está bueno el refrán, y ayer salí un rato a ver qué pasaba y era nieve nomás, así que seamos optimistas. Un abrazo.

ANA: Me alegró volver a escribirles.
Besos.

Anónimo dijo...

Buenisimo sergio, me parece una buena descripción de la soledad y los miedos, voy a seguir leyendo lo anterior, saludos

Mr Montoto dijo...

En los detalles está la vida (Ay Balzac!), y usted es tan hábil en eso de los detalles.
Ya le dije lo mucho que me gustan sus cuentos y mucho más cuando entre ellos pasa revista un whisky y cosas buenas que aunque no hayan sido son de lo mejor.

¡Salud Muzzio! y gracias por volver.

Sergio Muzzio dijo...

MARTIN: A usted no se le escapa nada. Ojalá lo anterior le guste.
Saludos.

PROFE: Ok, queda entre nosotros. Pero en realidad estaba medio bajoneado, no fue por otra cosa.
Saludos.

YAYA: Muchísimas gracias, e igualmente.
No sé si vio que ya me enganché en la invitación que le hizo al Dandee, de colado, pero voy.

Anónimo dijo...

ud. como siempre muzzio, sin perder la ternura.
beso.
buenas noches.

Anónimo dijo...

....oiga...releyendo este hermoso relato y habíendolo sentido te agradezco que le hayas puesto alma a una situación tán real.
.....y vamos por más......es un buen comienzo para volver a escrbir....
besos
caracolitaliasyo.com

Sergio Muzzio dijo...

LO FEO: ¿Cómo era eso de 'Hay que endurecerse pero sin perder la ternura'?
Besos!

CARACOLA: Dice el decálogo del buen cuentista de H. Quiroga "No escribas bajo el influjo de la emoción. Déjala morir y evócala luego, etc, etc". Me parece que no seguí el consejo.
Besos para usted también.
P.D.: IGUAL, NO ES UN CUENTO!

Anónimo dijo...

Lo dijo alguien de Rosario, Sergio.
Un beso.

Ailin dijo...

Sergio querido, me ha dejado colgada.
Yo ya no perdono esas cosas.

Sergio Muzzio dijo...

AILIN!!! Le pido mis más sinceras disculpas y si lee un poco a lo mejor entenderá el por qué de mi ausencia en el campeonato Bizantino (y en la mayor parte del mundo).

Pero estamos de acuerdo en algo: yo ya tampoco.
Cuídese.

Anónimo dijo...

gggrrrr
celos!!

Sergio Muzzio dijo...

ANONIMO: ?

laura dijo...

Muzzio
qué bien contás! qué lo parioó!

Sergio Muzzio dijo...

Gracias, Mendieta...

(¿En el curso ese también sos "adjunta" o vas a laburar?)

Besos!

Anónimo dijo...

No sé como vine a dar acá pero me encontré con afinidades literarias y musicales.
Sarita C. me recuerda a alguien que no llegué a conocer ¿será la misma?

Manuel

Sergio Muzzio dijo...

Manuel: Sarita C. ha dado algunas (demasiadas) pistas como para que no la reconozca, o en serio no llegó a conocerla casi nada, y no sabe lo que se pierde.
De todas formas, queda hecha la pregunta y Sarita a lo mejor puede aclararlo, si quiere.

Por otro lado, haga un poco de memoria con otra cosa y, a efectos de marketing, entéreme de cómo llegó hasta acá. No sea cosa que se haga el afinidoso para venir a levantarse minas a mi blog, justamente, con lo escasani que andamos.

Un abrazo,
Sergio M

Anónimo dijo...

No se preocupe Maestro, no reconocí a la persona. Creo haber reconocido el estilo de aquellas que dicen buscar y sólo encuentran excusas para huir cuando tienen cerca al tipo real.

De foros de discusión fui a dar a discusiones bizantinas -no es mi intención plantear una- y de ahí llegué acá.

Salute
Manuel

Sergio Muzzio dijo...

MANUEL: Noooo, pero Sarita no es de esas (más bien todo lo contrario) y además es una amiga de titanio...lo que pasa es que en serio hacía mucho frío y estamos a 3 horas 45 minutos de distancia, segundos más, segundos menos.

Extraño camino hemos recorrido usted y yo. Yo, de los foros de discusión (me prendí en uno de Ciudad cuando se venía el ballotage y no podía creer que volviera Menem) pasé a otro que abrimos entre varios de los de ahí para hablar de cualquier cosa, y ahí empecé a tratar de escribir mejor y enseguida me animé a los cuentos. El primero hablaba, justamente, de los foros y de cómo uno imagina que son los otros participantes. Era bastante malo (muy malo, en realidad), pero sirvió para largar con esto de escribir. (Y, entre nosotros, aportó algunas féminas, por si le interesa)

Disculpe la equivocación y queda más que cordialmente invitado a hurgar el blog por donde se le cante.

Salute, también.