Y la teoría abarca perfectamente al Cero, que ya era conocido por los árabes:
Bien, muy bonito.
Pero también muy falso.
El artículo de Wikipedia no lo dice categóricamente, pero a mí me suena a que los actuales son mucho más accesibles a los moldes tipográficos de la imprenta, en pleno auge en Europa por esa época.
De todas formas, la explicación de los ángulos es bonita, es elegante y es hasta mnemotécnica. Parece casi perfecta, pero es falsa.
Duele (un poco) aceptar estas cosas, estos plantones que nos hace la realidad.
¿Y de quién serían esas manos que Durero pintaba con afán y devoción? Pues de su hermano, el carbonero.
Moraleja: Nadie triunfa solo, etc.
Bonito, pero completamente falso (¿Qué, ustedes no verifican...?) El padre de Durero era un acomodado orfebre húngaro, de los hermanos no se sabe casi nada, etc.
¡Qué manía de adornar historias, o directamente inventarlas! ¿Por qué hacemos esas cosas? La realidad está llena de historias impresionantes, de deliciosas casualidades, de invenciones geniales, de actos heroicos supremos, de belleza verdadera y no inventada. Al inventar o tratar de mejorar una historia, no solamente falseamos los hechos sino que disminuimos las historias verdaderas, como si les concediéramos poco valor y entonces necesitáramos inventar otras. Como si la obra de Durero fuera flojita si no le ponemos al hermano sacrificado y al padre carbonero (18 horas diarias en la mina, ni una menos).
Otra: Ésta habla de un gris empleado en la Oficina de Patentes de Berna, Suiza.
No debe sorprendernos el humilde puesto, porque el joven desde la infancia ha demostrado problemas para expresarse, lo que llevó a pensar que tenía algún tipo de retardo. Tuvo problemas en la primaria, de aprendizaje y de conducta, y en el bachillerato le dijeron con claridad que nunca llegaría a nada. De hecho, al intentar matricularse en el Politécnico, fue rechazado por una nota deficiente en Letras. El único negocio que intentó montar con un tío, terminó en un rotundo fracaso económico. Encontrarlo en una oficina menor es lo lógico. Y sin embargo...
Se podrían agregar más vicisitudes al comienzo de la historia, para que destaque el final feliz. Se podrían agregar...si fuera inventada. Pero es la historia verdadera de Albert Einstein, y no hace falta agregarle ni una partícula subatómica.
3 comentarios:
es una buena pregunta esa de ¿Por qué truchamos historias para hacerlas más "terribles"? Siempre pienso que tiene que ver con una video judeocristiana de la vida, como que para que tenga valor, tiene que ser infeliz y sacrificada.
No sé. Capaz que estoy medio en pedo.
Cordialmente,
Yo.
Ayer precisamente, estaba hablando de eso con mi prima,( la que estaba durmiendo la vez pasada y había que sacar de la casa... asunto) y yo hacía proselitismo a favor de agregarle cosas a las historias... y lo decía basicamente porque sí, hay historias geniales y verdaderas... Pero ¿Quiere uno documentar una historia o más bien contar una parábola o una fábula? Yo creo que la cosa se justifica dependiendo de la intención. Lo malo de esos ppt's es, efectivamente, que la gente va por ahí repitiendo esas historias como si fueran verdades, pero salvando ese detalle molesto, yo apoyo el "agregado" de cosas. Después de todo, la vida es lo que uno recuerda de ella, lo que se recuerda de ella... Cosas más, cosas menos...
Un beso.
Niño Errante: ¿Será por lo que dice In-prudencia?
In-prudencia: ¿Será por lo que dice el Niño Errante?
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