Algunos estamos más entrenados en pertenecer a minorías de algún tipo.
Yo, salvo en el club de fútbol, digamos que tengo bastante entrenamiento: jamás ganó uno de los que voté para presidente (iba a desvirgarme con Kirchner en segunda vuelta, pero Menem me sacó hasta esa posibilidad), soy ateo desde la época que estudiaba en el Sagrado Corazón de Jesús de Boulogne, hice campaña para el MAS mientras estudiaba en la Universidad de Belgrano (bueno…aparte de minoritario soy algo desubicado, es cierto) sigo siendo fumador a pesar de la moda en contra, me cae bien Marley…en fin, tengo entrenamiento.
Y acaso tengo también la sensibilidad necesaria o lo que haya que tener para entender otras minorías (y no tanto) a las que no pertenezco: sé positivamente que pasar hambre debe ser terrible, sé que el maltrato familiar debe ser de las experiencias más traumáticas, sé que padecer una enfermedad grave te tiene que movilizar de otras maneras. Sé un montón de cosas.
Las “sé”, no es que “me las puedo imaginar” o que sólo me las banco más o menos porque soy “abierto”: las “sé” y puedo ponerme en el lugar del otro, aunque sea mínimamente, y ése mínimo alcanza para que no pueda nunca ponerme en sabelotodo o en intransigente ciego o en dueño de la verdad o en creerme mejor que nadie por el hecho de (en algunos casos) pertenecer a la mayoría, o a los no tan afectados, o a los que sin haber hecho ningún esfuerzo conciente la naturaleza quiso que fuéramos heterosexuales.
Porque mi inclinación sexual no es mérito mío de ninguna manera, señora.
A mí, señora, me gustan las nenas desde que estaba en jardín de infantes y Valentina se levantaba la pollerita en el arenero. Después la remé, señora, digamos que la consolidé, que confirmé que lo del arenero no era un hecho aislado, y nunca necesité cuestionarme lo que me pasaba por ese lado.
Pero méritos no hice, señora. Era lo que me pasaba, es lo que me pasa, lo que me gusta, lo que necesito, simplemente, y no admite cuestionamientos. Es como algo de fábrica y que justamente coincide con lo que le pasa a la mayoría.
En algún rubro la tenía que pegar, señora.
Peró sé, sobre todo, que eso no me hace ni mejor ni peor ser humano. Eso no.
Pero el entrenamiento que mencionaba sirve, andar siempre armado hace que uno camine tranquilo hasta cuando no anda con el revólver (es una metáfora, señora), y acaso esa tranquilidad sea la que le permita a uno opinar o decidir menos dramáticamente. Uno, así, tranquilamente, dice “Okey, homosexuales hay desde que la humanidad es humanidad, casi todos buena gente (por lo menos lo que yo conozco), algunos incluso han sigo geniales…no todos, obviamente, tal cual como pasa con los heteros…¿por qué les vamos a exigir algo que a los heteros ni se nos ocurriría exigir? ¿No decimos que “el comportamiento sexual no determina a la persona”? Y si les atrae alguien del mismo sexo como me pasa a mí con las nenas desde el jardín y la Valentinita, ¿qué le van a hacer? Nada, tienen que hacer lo que les salga y listo. Y deberían tener todas las leyes y todo lo que esas leyes impliquen, por supuesto.”
Uno piensa cosas así, tranquilamente, y sigue mirando el partido o cocinando o se pone a pensar en cosas que le parecen verdaderamente más preocupantes, cosas que (acá sí) uno cree que deberían movilizar a las masas y provocar acalorados debates en cada esquina, como por ejemplo qué mierda es la teoría de cuerdas, si es una teoría en serio o si a Stephen Hawking le habrá chocado un Scania la sillita esa que usa, algo así. Pero en general uno más bien sigue mirando el partido. Tampoco hay que exagerar.
Pero evidentemente no a todos les pasa lo mismo. A la mayoría le cuesta muchísimo entender a la minoría, cualquiera que sea la minoría en cuestión y sobre todo la homosexual. Le cuesta entender, no digamos ya ponerse en el lugar del otro porque es impensable, no les entra en la cabeza, imaginate en el culo.
La mayoría siempre tiene problemas para entender a las minorías.
Y acá viene el humilde aporte que ya el título prefiguraba: lo que yo haría (para los que tienen problemas en eso de ponerse en situación) es, antes de que empiecen a opinar y/o votar y/o a amenazar al pedo, es decretar la obligatoriedad de ponerse en el lugar del otro por ley o por decreto o mejor por DNU que es más llamativo. Es decir, antes de anunciar que estamos estudiando tal ley de lo que sea y que cualquier almóndiga empiece a decir pavadas, agarramos a todas las aludidas almóndigas y los ponemos en situación idéntica a la minoría esa de la que vamos a legislar algo y a la que las almóndigas les gritan cosas y les hacen la vida imposible.
Se entiende mejor con un ejemplo, me parece.
Lo que yo haría en el caso del matrimonio gay, es declarar no válidos a todos los matrimonios de almóndigas heterosexuales habidos a la fecha, declarar que los que estaban así casados son en realidad unos entes abominables que merecen que les tajeen los genitales con una Gillette (todo esto propalado y legitimado a través de iglesias, programas de televisión bien dudosos y definitivamente hijos de puta, etc), declarar que los hijos son unos seguros depravados y violados seguros también y obviamente que se los sacamos (a los hijos) para dárselos a unos padres más mejores que ya veremos nosotros cuáles serán, ajá, y que a partir de la fecha, además, tienen que empezar a tocarse con ganas, pero solamente entre almóndigas del mismo sexo y valor intrínseco (esto del intrínseco lo pongo para joder, nomás)
Y por supuesto, los putos les tienen que gritar cosas y hacerles la vida imposible o van en cana los putos por no colaborar con la causa.
Archivesé, el último cola de perro, etcétera.
Eso para el matrimonio gay. Para otros temas, soluciones análogas e igualmente serias, y vas a ver cómo este país sale adelante.
Yo, salvo en el club de fútbol, digamos que tengo bastante entrenamiento: jamás ganó uno de los que voté para presidente (iba a desvirgarme con Kirchner en segunda vuelta, pero Menem me sacó hasta esa posibilidad), soy ateo desde la época que estudiaba en el Sagrado Corazón de Jesús de Boulogne, hice campaña para el MAS mientras estudiaba en la Universidad de Belgrano (bueno…aparte de minoritario soy algo desubicado, es cierto) sigo siendo fumador a pesar de la moda en contra, me cae bien Marley…en fin, tengo entrenamiento.
Y acaso tengo también la sensibilidad necesaria o lo que haya que tener para entender otras minorías (y no tanto) a las que no pertenezco: sé positivamente que pasar hambre debe ser terrible, sé que el maltrato familiar debe ser de las experiencias más traumáticas, sé que padecer una enfermedad grave te tiene que movilizar de otras maneras. Sé un montón de cosas.
Las “sé”, no es que “me las puedo imaginar” o que sólo me las banco más o menos porque soy “abierto”: las “sé” y puedo ponerme en el lugar del otro, aunque sea mínimamente, y ése mínimo alcanza para que no pueda nunca ponerme en sabelotodo o en intransigente ciego o en dueño de la verdad o en creerme mejor que nadie por el hecho de (en algunos casos) pertenecer a la mayoría, o a los no tan afectados, o a los que sin haber hecho ningún esfuerzo conciente la naturaleza quiso que fuéramos heterosexuales.
Porque mi inclinación sexual no es mérito mío de ninguna manera, señora.
A mí, señora, me gustan las nenas desde que estaba en jardín de infantes y Valentina se levantaba la pollerita en el arenero. Después la remé, señora, digamos que la consolidé, que confirmé que lo del arenero no era un hecho aislado, y nunca necesité cuestionarme lo que me pasaba por ese lado.
Pero méritos no hice, señora. Era lo que me pasaba, es lo que me pasa, lo que me gusta, lo que necesito, simplemente, y no admite cuestionamientos. Es como algo de fábrica y que justamente coincide con lo que le pasa a la mayoría.
En algún rubro la tenía que pegar, señora.
Peró sé, sobre todo, que eso no me hace ni mejor ni peor ser humano. Eso no.
Pero el entrenamiento que mencionaba sirve, andar siempre armado hace que uno camine tranquilo hasta cuando no anda con el revólver (es una metáfora, señora), y acaso esa tranquilidad sea la que le permita a uno opinar o decidir menos dramáticamente. Uno, así, tranquilamente, dice “Okey, homosexuales hay desde que la humanidad es humanidad, casi todos buena gente (por lo menos lo que yo conozco), algunos incluso han sigo geniales…no todos, obviamente, tal cual como pasa con los heteros…¿por qué les vamos a exigir algo que a los heteros ni se nos ocurriría exigir? ¿No decimos que “el comportamiento sexual no determina a la persona”? Y si les atrae alguien del mismo sexo como me pasa a mí con las nenas desde el jardín y la Valentinita, ¿qué le van a hacer? Nada, tienen que hacer lo que les salga y listo. Y deberían tener todas las leyes y todo lo que esas leyes impliquen, por supuesto.”
Uno piensa cosas así, tranquilamente, y sigue mirando el partido o cocinando o se pone a pensar en cosas que le parecen verdaderamente más preocupantes, cosas que (acá sí) uno cree que deberían movilizar a las masas y provocar acalorados debates en cada esquina, como por ejemplo qué mierda es la teoría de cuerdas, si es una teoría en serio o si a Stephen Hawking le habrá chocado un Scania la sillita esa que usa, algo así. Pero en general uno más bien sigue mirando el partido. Tampoco hay que exagerar.
Pero evidentemente no a todos les pasa lo mismo. A la mayoría le cuesta muchísimo entender a la minoría, cualquiera que sea la minoría en cuestión y sobre todo la homosexual. Le cuesta entender, no digamos ya ponerse en el lugar del otro porque es impensable, no les entra en la cabeza, imaginate en el culo.
La mayoría siempre tiene problemas para entender a las minorías.
Y acá viene el humilde aporte que ya el título prefiguraba: lo que yo haría (para los que tienen problemas en eso de ponerse en situación) es, antes de que empiecen a opinar y/o votar y/o a amenazar al pedo, es decretar la obligatoriedad de ponerse en el lugar del otro por ley o por decreto o mejor por DNU que es más llamativo. Es decir, antes de anunciar que estamos estudiando tal ley de lo que sea y que cualquier almóndiga empiece a decir pavadas, agarramos a todas las aludidas almóndigas y los ponemos en situación idéntica a la minoría esa de la que vamos a legislar algo y a la que las almóndigas les gritan cosas y les hacen la vida imposible.
Se entiende mejor con un ejemplo, me parece.
Lo que yo haría en el caso del matrimonio gay, es declarar no válidos a todos los matrimonios de almóndigas heterosexuales habidos a la fecha, declarar que los que estaban así casados son en realidad unos entes abominables que merecen que les tajeen los genitales con una Gillette (todo esto propalado y legitimado a través de iglesias, programas de televisión bien dudosos y definitivamente hijos de puta, etc), declarar que los hijos son unos seguros depravados y violados seguros también y obviamente que se los sacamos (a los hijos) para dárselos a unos padres más mejores que ya veremos nosotros cuáles serán, ajá, y que a partir de la fecha, además, tienen que empezar a tocarse con ganas, pero solamente entre almóndigas del mismo sexo y valor intrínseco (esto del intrínseco lo pongo para joder, nomás)
Y por supuesto, los putos les tienen que gritar cosas y hacerles la vida imposible o van en cana los putos por no colaborar con la causa.
Archivesé, el último cola de perro, etcétera.
Eso para el matrimonio gay. Para otros temas, soluciones análogas e igualmente serias, y vas a ver cómo este país sale adelante.
33 comentarios:
Esta mañana, precisamente, mi mamá amaneció indignada con la noticia. Le comenté de un artículo que leí hace como tres o cuatro meses acerca de unos psicólogos que hablaban acerca de cuales niños resultaban más sanos afectivamente, y para sorpresa de la sociedad goda heterosexual, resultaba que eran los niños criados por parejas homosexuales, que si bien son pocos, tienen, digamos, el mismo grado de afecto y cuidado que niños de padres con dificultades para concebir que adoptan niños o hacen inseminaciones artificiales ya que son tan o más esperados que éstos y además, tiene el plus de que son personas mucho más tolerantes, precisamente por eso que acabas de describir, SABEN lo que es ser una minoria, aún cuando a la única minoria a la que terminen perteneciendo sea a la de sus padres..
Además, la homosexualidad me parece un mecanismo eficiente y poco sacrifcado para manejar el problema de superpoblación.
Me debes un pocotón de cosas, y estoy que te retiro los afectos, pero aún así, mientras nos hablamos, te dejo un beso, uno solo.
eso se llama empatía, doctor muzzio, y mucha gente nace si ese gen. la fata de esa capacidad, más un gen inflado de soberbia hacen de esa gente una molotov imposible, insoportable.
qué será de la vida de valentina?
yo, besos, le dejo un par.
IN: Bueno, no lo sé, no quiero poner esa exigencia, no me parece que forzosamente vayan a ser mejores padres. Por ahí escuché algunos comentarios que se pasaban del otro lado y postulaban que los gays son mejores personas. Algunos sí, otros no, no hace a la cuestión.
Hace un tiempo yo estaba en desacuerdo con la adopción por parte de gays, pero no era una posición rígida y hoy por hoy me parece que se puede hacer algo interesante y (sobre todo) mejor que la calle y el abandono para los chicos.
Le debo cosas, pero usted comentó a las 2 y cuarto de la mañana, yo debo haber posteado a las 2, estoy ocupado en serio!
Laura: Puede ser, pero no lo veo tan genético, me parece que se puede adquirir con un poco de trabajo. Si fuera genético estaríamos más jodidos, con menos posibilidades de cambiar...salvo que apliquemos el método que propongo.
Valentina, hoy en día, es stripper en Cocodrilo. Hace un número en el arenero que está dando que hablar...
Besos, miríadas de ellos.
usté y esa manera de decir que tiene.
le mando unos besos, muzzio.
Cuando algunas almóndigas conocidas y/o de la familia amagaron con tirar su mierda solo les dije: "Cuándo se casó el pibe de la esquina con la chirusa esa que grita todo el día ¿A ud. le importó? No. ¿Le fue a decir no te cases? No. Bueno, manténgase así con los homosexuales también, que sean felices o que se caguen la vida sin que opinemos. Tolerancia es aguantar lo que no nos gusta, no es estar a favor de todo..."
Ah, una cosa... hice cuentas... ¡veterana la stripper...!
Me pone triste que me trates de Usted.
Zoe: Muchas gracias, pero ninguno me dice si está de acuerdo con el método, o tal vez les parece demasiado suave.
Paul: ¡Las almóndigas cunden! Yo, al margen de dejar de discriminar, agrego siempre que, justamente en esta época que nadie quiere compromisos, que por lo tanto nadie piensa muy en serio en los pibes y que en todo caso después vemos o se los damos al padre Grassi, digo, justo en esta época, ¿no habría que felicitar a cualquiera que quiera consolidar responsablemente una relación, sea la relación que sea, y que además de eso tiene ganas de responsabilizarse por otros?
Valentina está un poco baqueteada, pero va por más: ahora en el strip se saca hasta la dentadura postiza.
IN-PRUDENCIA: Hagamos algo, usted deja de hablarme de "Tú" y se pasa al voseo (como le salga), y yo dejo de tratarla de Usted. ¿Qué tal?
Che: Es buenísimo lo que encontró Daniela, pasen a verlo ACA
La verdad que tenés razón, un premio habría que darles a los que hoy en día tienen ganas de tomarse una relación tan en serio como para casarse y responsabilizarse por otro. Bueno, tal vez un premio no, pero aunque sea una foto de Marley. El de la tele. El que a vos te gusta.
Epa, lo dice con un tono...
Es que yo no discrimino a todos esos putos...
Ah, yo tampoco, por mí que se casen y se caguen bien la vida.
Ayer decía Pettinato que en los casamientos gay van a servir Penne Rigatti. El humor homofóbico sigue siendo un golazo. (por ahora eso no va a cambiar)
Mirá qug buen comentario en el blog de Santiago Bilinkis. Dice uno:
"Qué van a decir cuando convoquen a “reuniones de padres” en la escuela?
Los padres de los compañeritos no van a querer que sus hijos se junten!
Someterán a sus hijos a sufrir las burlas hirientes típicas de los niños.
Generarán la pérdida y confusión de roles en la familia, una institución social clave para el desarrollo de nuestra sociedad.
Se autoexcluirán, la mayoría de la población cristiana sabe que no puede aceptar estas condiciones.
…
Esto decían hace más de 20 años con la ley de divorcio… y ya ven
Hoy es un buen día en la evolución de nuestra sociedad."
Entre las imbecilidades mayusculas que se dicen he llegado a tener que escuchar -y tragarme las ganas de cagarme de risa en la cara-, de una amiga supuestamente algo lúcida, que los gays son promiscuos, igual que todos los hombres, por una cuestión hormonal. Definamos promiscuidad, propuse. Estás discriminando, propuso la tercera de la charla. No, discriminar es separar, yo no los separo, pero reconozco que son promiscuos, ellos mismos lo admiten. Tengo amigos gays que está en pareja estable hace tiempo. Igual son promiscuos, vas a ver chequealo, chequealo. Qué es promiscuidad, preguntó. Como no tenía diccionario a mano aventuré una definición propia, se me ocurre que hacerlo en cualquier momento en cualquier lugar con cualquiera, no veo que eso tenga alguna relación de la orientación sexual, promiscuo puede ser cualquiera que quiera tener ese tipo de vida -y si eso es bueno o malo para criar niños es otro tema, siempre que el supuesto promiscuo no se meta con los aludidos menores-. Se me quedó mirando. Las tres nos llamamos a silencio. Después, a solas, la tercera me contó que la autora de la afirmación gay/hombre igual promiscuo, solterísima en sus cuarenta, había estado durante años en una relación con un señor casadísimo. Todos hablamos desde nuestro pequeño mundo.
Entre las imbecilidades mayusculas que se dicen he llegado a tener que escuchar -y tragarme las ganas de cagarme de risa en la cara-, de una amiga supuestamente algo lúcida, que los gays son promiscuos, igual que todos los hombres, por una cuestión hormonal. Definamos promiscuidad, propuse. Estás discriminando, propuso la tercera de la charla. No, discriminar es separar, yo no los separo, pero reconozco que son promiscuos, ellos mismos lo admiten. Tengo amigos gays que está en pareja estable hace tiempo. Igual son promiscuos, vas a ver chequealo, chequealo. Qué es promiscuidad, preguntó. Como no tenía diccionario a mano aventuré una definición propia, se me ocurre que hacerlo en cualquier momento en cualquier lugar con cualquiera, no veo que eso tenga alguna relación de la orientación sexual, promiscuo puede ser cualquiera que quiera tener ese tipo de vida -y si eso es bueno o malo para criar niños es otro tema, siempre que el supuesto promiscuo no se meta con los aludidos menores-. Se me quedó mirando. Las tres nos llamamos a silencio. Después, a solas, la tercera me contó que la autora de la afirmación gay/hombre igual promiscuo, solterísima en sus cuarenta, había estado durante años en una relación con un señor casadísimo. Todos hablamos desde nuestro pequeño mundo.
Bueno, son los estereotipos que habrá que ir confrontando (gay enfermo, anticristo, promiscuo, violador, irresponsable, hincha de River...) y en todo caso ver hasta qué punto esos "items" nos importan o afectan para otros temas (el verdaderamente insalvable es ser hincha de River, obviamente).
Me queda la duda de si su amiga sabía que el señor era casadísimo mientras salía con ella, porque cambia la cosa.
¡Puf!
Lo de la promiscuidad es hasta gracioso. Digo, con la mano en el corazón, si hay que condenar a los homosexuales por eso, el 70% de la población argentina está al horno. Y si, al menos en mi caso, se me juzgara por mis pensamientos, es decir, las ganas de garcharme a todas, pasaría de largo el infierno, yendo a "algún lugar peor" (como el Vaticano, pongámosle).
En fin, es un problema de chatura mental. Ya pasará, como todas las declaraciones apocalípticas de los fanáticos religiosos.
Cordialmente,
Yo.
Puto
ups
Bueno, culiado!
Bueno, tampoco.
Buen texto, pelado, buen texto.
Tu método es un tanto difícil de aplicar, pero bueno, nunca se pierde nada con probar.
Live and let live.
Abrazo!
gringo
Niño Errante: Insisto, hay de todo en la viña del Señor (!) Buenos, malos, promiscuos, gente inteligente y gente hincha de River, y cada categoría llena de heteros, bi, homos...
Pero lo que gana por lejos es la hipocresía, el defender una moral antinatural y después irse de putas, y parece que eso está más aceptado. Fijate lo que dice la amiga de Daniela, por ejemplo, "Es así, los hombres son todos promiscuos". Hay una generalización pero también una aceptación de eso, pero no de otras cosas (por ejemplo, que hay hombres promiscuos y hombres que no, y lo mismo con las mujeres, etc).
Pero es chatura mental como decís, pereza neuronal, comodidad e hipocresía, mientras no nos afecte muy directamente nos dejamos llevar por la corriente y hasta creemos que es uno opinión propia.
Lugar peor que el Vaticano: Palau en cancha de River, eso ya da escalofríos...
Gringo: ¡Por fin uno que habla del método! No es tan difícil, sólo necesito que me voten superpoderes muy especiales que prometo devolver en cuanto termine.
Tengo ideas para los que piden pena de muerte, para los que detestan a los bolivianos, etc, etc.
Abrazo, puto!
quétepasaconlosderiverquétepasa!!!???
Laurita: ¡Ajaajaa! ¡Pero es que es lo mismo! Es engancharse en odiar por odiar, por no poder o no querer entender o aceptar o meramente tolerar, por hacer un mundo de cuaquier cosa. No es EXACTAMENTE lo mismo, ya lo sé, pero en tren de discriminar por algo y ponerse a odiar, podría valer cualquier item y si me das 2 minutos te invento una justificación religiosa de por qué River es el Mal (y nosotros el Bien, obviamente).
De comienzos tan triviales arrancan las dinastías, dicen, y eso es válido para un montonazo de cosas.
Besos, besos, ¿qué haríamos sin ustedes, en definitiva?
De chico me enseñaron bien: Boca caca, y la caca es mala.
"En verdad os digo que difícilmente entra un rico en el Reino de los Cielos. Y además os digo: es más fácil a un camello pasar por el portal del ojo de la aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos” (Cap. 43 -5)
Y vosotros, que os hacéis llamar "Millonarios", ¿qué esperáis para arrepentíos, etc, etc, etc ?
En serio lo digo: no sería tan difícil encontrarle hasta motivos religiosos y catch you Catherine...
(me parece que era "arrepentiros", pero no se me dan bien esas conjugaciones biblícas)
-Pero, papi ¿En serio Boca es caca?
-¿Viste que al lado de la cancha hay un río podrido con olor a caca?
-Sí, papi!
-Bueno, es por Boca, lo llenó de caca.
-Entonces Boca es caca. Y la caca es mala.
-Si querido.
- Papi, ¿y si un puto encima es hincha de Boca...?
- Excelente, hijo mío, ya estás sacando tus propias correctas conclusiones...
aaaaajajaja están los dos en pedo! deberían hacer un blog juntos, una especide de tand up comedy en blog, lo digo en serio
Próximamente en esta misma sala, o tal vez en el living que es más fresco.
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