martes, octubre 13, 2009

El señuelo

En San Martín, en la esquina de Matheu y Ballester, hay un quiosco para no vender.
No es que esté siempre cerrado, al contrario: los dos engendros que lo atienden (siempre juntos, hombre y mujer, siempre entreteniéndose con la tele o con algo, pasando el tiempo, porque vender no venden nada, jamás) cumplen puntillosamente un horario para decir casi con alegría, inexorablemente, que no tienen nada de lo que uno busca.

La zona en que está ubicado el quiosco es un filón: a la vuelta del Bingo, casi enfrente de la Corporación Médica, al lado de las varias remiserías 24 horas que están precisamente ahí por el Bingo y por la Corporación. Es un lugar ideal para vender a lo pavote, para cobrar más caros los mentoliptus, para no dar ningún vuelto, para atenderlo bien un par de años y comprarse un campo en Santa Fé, vacas y peones incluidos.

¿Cómo puede ser – me pregunté muchas veces – que estos tipos nunca tengan Marlboro? ¿Cómo puede ser que no tengan Coca-Cola, Rhodesias, pomada Wasington, papas fritas, Beldent de cualquier sabor?
¿Cómo puede ser que los productos por default de cualquier quiosco normal en este antro no existan?

Pero ojo: no te dicen jamás que no traen esas marcas. En el poco probable caso de que te hablen, te dicen (muy mal, con inexplicable rencor: te lo dicen como haciéndote un favor especial) que se les terminaron, que les están por traer, o que no les están entregando en este preciso momento.

Confieso que nunca me detuve a preguntar qué alternativas tenían, y además cada vez entro con menos expectativas y quiero irme más rápido. La razón de no averiguar nada es sencilla: en ese rincón tan propicio hay por lo menos 3 quioscos más, uno a escasos metros del otro.

Recién doblé justo por Ballester para ir a mi casa, y necesitaba cigarrillos. Resignadamente, entré en la tienda maldita.

Ellos se reían a carcajadas, estúpidamente, mirando la televisión. Casi no llegué a terminar la frase “Marlboro box”: ambos la estrangularon a dúo, giraron altivamente los cuellos para decir “No” con asco, con desprecio, con infinita maldad. Y volvieron inmediatamente los ojos a la pantalla, como si en esa misma negativa me hubieran hecho desaparecer.

Los odié.
Los maldije no tan silenciosamente y salí casi corriendo a buscar otro quiosco. Me sentí tan conmovedoramente feliz de obtener los cigarrillos sin tener que vender mi alma al demonio ni rebajarme en forma alguna, que además compré un chocolate, una tira de Cafiaspirina, una cinta para atarme el pelo, cera para depilarme y unas cuantas cosas más.
No es que haya dejado de ser pelado de repente (ni mucho menos que me depile): es que estaba feliz, y hasta resigné las 25 guitas que aún me quedaban de vuelto.

Antes de salir me percaté de que la señora del quiosco tenía la tele sintonizada en el mismo programa de los otros estúpidos.
Bajé la vista a mi bolsita llena de cosas innecesarias y comprendí cabalmente la oscura relación: el otro quiosco es un señuelo, un cazabobos que actúa en connivencia con éstos, un policía malo destinado a lograr el efecto que precisamente lograron en mí, que al toparme con un policía bueno no solamente deje para el café, sino que le pague la cena en Puerto Madero.

Indignado, pero no sin admiración por la jugada, volví sobre mis pasos al quiosco de la Eterna Negación. Antes de que los íncubos detectaran mi presencia observé qué producto asomaba en inocultable cantidad: caramelos “Media hora”.
Cuando el macho de la pareja dirigió su torva mirada hacia mí, señalé los caramelos.
- Todos éstos – arriesgué.
- Están vencidos – intentó.
- Me los llevo igual – dije triunfal.

Mañana voy por los palitos de la selva.

19 comentarios:

Alejandro Rozitchner dijo...

MUY MUY BUENO!!!!

Sergio Muzzio dijo...

Lo peor es que es cierto (salvo la parte de la cera depiladora).

Muchas gracias, profesor, y coincido en que las Rhodesias eran más ricas antes.

laura dijo...

genial Muzzio, muy bueno!

Sergio Muzzio dijo...

Gracias, mi Biznike nevado...

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Brillante como auto lustrado con DD7.

laura dijo...

MUZZIO maradona te dio letra para dos o tres cuentos MUY buenos. Pilas, Muzzio, a escribir.

Sergio Muzzio dijo...

Walter, muchísimas gracias.

Laura, en realidad no hay mucho que decir, salvo: CHUPALA VOS, ID10TA

Converti dijo...

Cerca de casa habia un kiosco con una amable viejita que todos conocíamos como "la tia"
Cada vez que ibas solo tenia los eternos mismos 3 alfajores y galletitas muy viejas.. era el kiosco mas pobre y con estantes mas despoblados de todo el sur, pero si le pedias faso sacaba de abajo del mostrador, como si fuera un mago, la cantidad que pedias.

"uuuhhh" Se lamento Leo cuando le dije que La Tia habia muerto presa.

"Poooobre" exclamo Ale

"Pobre el que le haya comprado un alfajor" dijo Javi.

Sergio Muzzio dijo...

Qué cosa triste un kiosco mal provisto, ¿no? A mí me gusta que desborden, que las cosas se me caigan encima, que sea una orgía visual, que los alfajores me susurren al oído "llevame, llevame..."

"La tía" se merecía el castigo, Jole, me parece.

El Profe dijo...

¡Ese es mi pollo! Perdón, perdón...quise escribir que me hizo reir mucho, además que es un precioso ejemplo de cuento corto. Un abrazo Sergio.

Ricardo Fasseri dijo...

Te cuento que los dueños de ese kiosco se compraron hace varios años un campo en Santa Fé, con peones y todo incluido. Pero se quedaron con el kiosco porque no quieren laburar ni en el campo! y les gusta ver la tv allí.
Naaa,joda! Muy bueno en lo que reparáste y a veces común que suceda en los barrios. Saludos.

Ricardo Fasseri dijo...

Te cuento que los dueños de ese kiosco se compraron hace varios años un campo en Santa Fé, con peones y todo incluido. Pero se quedaron con el kiosco porque no quieren laburar ni en el campo! y les gusta ver la tv allí.
Naaa,joda! Muy bueno en lo que reparáste y a veces común que suceda en los barrios. Saludos.

Sergio Muzzio dijo...

¡Profesor! ¿Cómo anda? Otro abrazo para usted.

Ricardo: En realidad lo de ver conspiraciones en todos lados es parte de mi ser nacional. Muchas Gracias por la visita!

Sergio Muzzio dijo...

Walter Doti: quise devolverte la visita, y tu perfil dice no sé qué. Me iba con unos tupper a la "usina de ideas" y no pude llegar. Deje más datos!

Gringo dijo...

Te tiro una muy buena (aceptá este consejo que viene de alguien que ha dedicado -y dedica- porciones enormes de tiempo al consumo de caramelos y a su entendimiento como producto indispensable para la vida): palitos de la selva y caramelos eucaliptus BLANDOS (esto es importante porque los duros son un asco, no existen) Agarrás un palito de la selva y un eucaliptus y te los mandás los dos juntos. Podés hacer lo mismo con otros caramelos masticables de indudable calidad y sabor. Por ej: los sugus y las gomitas mogul (las grandes o las chiquitas en forma de cono).

Bueno, seguí así puto... y capaz que alguna vez tengas tiempo pa tomar birra eh? ¿EH? (n.a: esto lo entendemo vo y yo nomás)

Anónimo dijo...

Excelente el relato Sergio!!!!! y lo peor o lo mejor es que todos conocemos un kiosco así de barrio donde abunda la tristeza y parece que ven pasar la vida solo a travez de la tele y de una vidriera seguramente sucia y con figuritas de brillantina de nuestra época!. Saludos. Sari

Sergio Muzzio dijo...

GRINGO: ¿Hace cócteles de caramelos?
Y no va a faltar oportunidad, va a ver.

SARITA: La antesala del infierno es un kiosco donde invariablemente te dicen que no tienen lo que buscás.
(¿Brillantina? Hablará de SU época)
BESOS!!

MAriela alias leti dijo...

Es el kiosko que está justo en la esquina no? jaaaaaaaa sabés que me suena haber ido a Corporación y esquivarlo porque tenía los productos viejos y con tierra!
Yo en esa zona sufrí buscando una revista para pasar el rato esperando para hacerme un estudio, tenés que caminar como 5 cuadras para encontrar. Proponele a la pareja feliz que lleve unas radiolandias vencidas aunque sea...

Sergio Muzzio dijo...

ALIAS LETI: Es exactamente ese. Homero y Morticia Adams conservan los productos con tierra y telarañas porque consideran que les da clase (supongo).
Radiolandias tienen, pero un poco amarillitas...

Gracias por pasar.