No es algo de lo que me enorgullezca, ni es que haga apología de un delito, pero, que yo recuerde, mi madre siempre lavó dinero, y nosotros, aún sin intención y amparados por la minoridad, fuimos cómplices y actores necesarios en concurso real agravado por el vínculo (creo).
Nuestra asociación ilícita funcionaba de la siguiente forma: mi hermano y yo, inexorablemente, dejábamos siempre algunos billetes de escasa denominación olvidados en los bolsillos de los vaqueros o de las camisas, y mi vieja siempre los lavaba en el Drean semiautomático.
Aunque sea por vagos y desbolados, éramos una eficiente célula criminal que operó durante muchos años en un rincón de Villa Adelina del que omitiré la dirección exacta porque el Drean sigue ahí, se lo dejamos a la familia que compró la casa.
Y bien sabe Stephen King que los objetos empleados para hacer el Mal pueden conservar sus propiedades maléficas y atraer nuevas víctimas inocentes que los manipulen.
Atención: no niego nuestro accionar delictivo ni pretendo salvaguardar el buen nombre de mi madre, pero convengamos que tal vez el lavarropas tenía algo que ver.
Es decir: supongamos que no es tan extraño que mi hermano y yo dejáramos unos billetes en los Levi's, pero que mi vieja religiosamente los hiciera pasar por el programa 4 (con suavizante incluido), eso ya es medio sospechoso...
Como sea, nuestra labor al margen de la ley se cumplió sin sobresaltos durante años, sin una fisura en la Banda del Drean, hasta el día que mamá decidió unilateralmente diversificar el negocio y le lavó a mi hermano un par de naipes pornográficos que se ve que él apreciaba mucho.
No digo que finalizáramos completamente la limpieza ocasional de divisas, pero ya mi hermano se había convertido en un soplón insoportable, que revisaba sus bolsillos a conciencia antes de entregar la ropa, y eso le sacó casi toda la adrenalina a los lavados de mamá.
6 comentarios:
Tu madre lavaba dinero y tu hermano le saboteaba el negocio.
Pásate por mi blog, estoy escribiendo de nuevo.
Besos.
Bueno, cómo no, muchas gracias.
Bueno, hace no mucho yo pensaba que el lavado de dinero era eso. Qué inocente (tarada).
¿No es eso...?
Che, la mía también...¿no serían cómplices en una banda organizada interbarrial? Hay que investigar...mira vos, la vieja, se lo tenía guardado...
Diego, es probable: mamá llegó a controlar unos 35 lavaderos en zona norte.
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