miércoles, mayo 31, 2006

Cuento de taller



Dedicado a Livio Garay y a todos los
obreros desaparecidos de ASTARSA



TEXTO DE ONETTI
“Puso el revólver encima del escritorio y lo vació. Sentado, meditativo, fingiendo empeño estuvo haciendo caer el percutor hasta que empezó a declinar la sosegada tarde de invierno. Una vez y otra, el dedo en el gatillo y él agazapado en el centro del silencio endurecido, que lamían perros, gatos, las bocinas balanceándose sobre el río.”
(J.C. Onetti – “El astillero”)



(Sigo yo)
Se dijo que todavía tenía un rato antes de que llegaran. Casi con indiferencia repasó el plan, mientras cansinamente volvía a acomodar los proyectiles en el tambor. Una tardía gaviota casi se estrelló contra la ventana y él advirtió que el incidente apenas lo alteraba; era como si ya estuviese en el otro lado de lo que iba a suceder en un rato.
Como en un juego, a cada bala le asignó un destinatario: la primera para el traidor, la segunda (si había oportunidad) para el milico que rompiera la puerta.
Lo sorprendió un sórdido placer que no esperaba y a pesar suyo sonrió. Imaginaba ahora a los amigos que ya no estaban apoyándolo, alentándolo con los gritos de siempre, riéndose con él como siempre.
Los imaginó también, aprobando que hubiera una bala con su propio nombre si las cosas salían mal: el negrito Pérez había cantado cuando lo torturaron y entonces era evidente que cualquiera se ablandaba.

Un gran buque dejó escapar su ronca voz y vio que ya había estrellas en el cielo. Sobre el final del bramido del barco, se preguntó cuántos compañeros habrían trabajado en él y cuántos podrían escucharlo todavía.Los perros, ahora enloquecidos, le hicieron el contrapunto a la sirena y en una dimensión de sonido distinta le llegó clara la orden masticada en el piso de abajo.
Si él no lo hubiera estado esperando, ese gruñido se le hubiera ido como un ladrido mas.
En el súbito silencio que se hizo se preguntó cuántos serían. Si no le fallaba la vieja puntería a lo mejor la última bala no sería necesaria.

Escucha la brusca carrera en las escaleras y el consabido griterío.
Y encara el 38 a la puerta que ya cede.

3 comentarios:

jmslayer dijo...

Vos sabés que estaba en blogger.com mirando un par de cosas del código y sarasa y veo en blogs actualizados recientemente : "la timidez y otras..." y me digo : ese lo conozoco !? así fue entonces que entré, viste, así, el primero...
Me acuerdo del día aquel y del ejercicio aquel del taller aquel al que tenemos que ir mañana querido si parece que fue ayer.
Gracias por existir Sergio !

Sergio Muzzio dijo...

JM o sea que en vez de estar haciendo los deberes, estás boludeando...
Un abrazo!

Sergio Muzzio dijo...

chiribina Bueno...muchísimas gracias. Pero controle sus ansias porque el libro sale recién en Junio. Y (también en secretito) la verdad es que "Juntacuentos", el rejunte de muchos autores que puede ser que esté en la librería, todavía no lo leí...