Es cierto que la mayoría de los críticos ya opinamos unánimemente que “Alguien que anda por ahí” es el peor libro de Cortázar, pero seguimos descubriendo incoherencias.
De ese conjunto de relatos desarticulados yo apenas rescato “Reunión con un círculo rojo”, porque me parece que se ha manejado bien el suspenso (que en esta historia de vampiros no es, tampoco, el típico suspenso deslumbrante del mejor Cortázar, sino un muy tradicional pero efectivo suspenso de Transilvania) El resto de las historias naufraga lamentablemente en extravagancias huecas y vacías y sin contenido, en torpezas increíbles para un escritor del tamaño de Cortázar.
Y hasta en la historia que mencioné hay un detalle estrafalario: está dedicada “a Borges”, sin más aclaración. En un relato de cualquier escritor argentino esa dedicatoria remite automática y justificadamente a Jorge Luis Borges. Pero no en este caso: al final nos enteramos que la referencia alude a Jacobo Borges, pintor venezolano.
Por lo menos no se la dedicó a Graciela, pero…
Yo imagino a Cortázar ya afectado por la leucemia, o preparando el viaje a Nicaragua; en todo caso distraído, sacándose de encima “Alguien que anda por ahí” como quien espanta una mosca menor, ni siquiera una avispa. Tengo que imaginar algo de eso para creer que “Taxi para tres” es un cuento de Cortázar y no de Belén Francese; imaginar a Cortázar muy disminuido intelectualmente como para expeler esa suerte de rimas pueriles e irritantes: “El taxista como la modista necesita que Dios exista”, dice Cortázar-Francese, y continúa en ese estilo a lo largo de dieciséis larguísimas páginas.
Hay un cuento casi en la mitad del libro que parece funcionar como la noche 500 de Scherezade, pero mal: a partir de ahí las historias se repiten, pero no por un artilugio del autor sino (tengo que creer) por genuina falta de creatividad.
Así, el tema del doble ya abordado en el primer cuento (“El otro”) aparece de nuevo en “No soy yo” y con el mismo exacto tratamiento; así, la copia infiel de “La perseguidora” (la novia que envenena a sus novios) aparece dos cuentos más adelante en “Queremos tanto a Sylvia”. Salvo por los nombres ambas narraciones parecen calcadas, además de ser muy malas.
Y hay un cuento hacia el final que merece la categoría de hito de la chantada: en “Un señor verde y viscoso” , Cortázar junta 2 relatos ya aparecidos en “Historias de cronopios y de famas”, les cambia algunos adjetivos y les deja el mismo final (que ya era el mismo para ambos en “Historias de cronopios y de famas”, libro que convendría examinar en detalle para, seguramente, hallar otras patinadas del otrora gran escritor argentino)
Más allá de los evidentes autoplagios, los cuentos de "Alguien que anda por ahí" son apenas pasables, y las historias son huecas y vacías y sin contenido.
Más bien negligentes, como repetir dos veces “huecas y vacías y sin contenido”, o hacer crítica de relatos mediocres que nunca existieron y, con un poco de suerte, nunca existirán. *
* Crítica apócrifa y envidiosa, especie de homenaje que mezcla algunas verdades con muchas macanas, escrita a la sombra de los textos inéditos de Cortázar a punto de aparecer, y con la baba por los tobillos.
De ese conjunto de relatos desarticulados yo apenas rescato “Reunión con un círculo rojo”, porque me parece que se ha manejado bien el suspenso (que en esta historia de vampiros no es, tampoco, el típico suspenso deslumbrante del mejor Cortázar, sino un muy tradicional pero efectivo suspenso de Transilvania) El resto de las historias naufraga lamentablemente en extravagancias huecas y vacías y sin contenido, en torpezas increíbles para un escritor del tamaño de Cortázar.
Y hasta en la historia que mencioné hay un detalle estrafalario: está dedicada “a Borges”, sin más aclaración. En un relato de cualquier escritor argentino esa dedicatoria remite automática y justificadamente a Jorge Luis Borges. Pero no en este caso: al final nos enteramos que la referencia alude a Jacobo Borges, pintor venezolano.
Por lo menos no se la dedicó a Graciela, pero…
Yo imagino a Cortázar ya afectado por la leucemia, o preparando el viaje a Nicaragua; en todo caso distraído, sacándose de encima “Alguien que anda por ahí” como quien espanta una mosca menor, ni siquiera una avispa. Tengo que imaginar algo de eso para creer que “Taxi para tres” es un cuento de Cortázar y no de Belén Francese; imaginar a Cortázar muy disminuido intelectualmente como para expeler esa suerte de rimas pueriles e irritantes: “El taxista como la modista necesita que Dios exista”, dice Cortázar-Francese, y continúa en ese estilo a lo largo de dieciséis larguísimas páginas.
Hay un cuento casi en la mitad del libro que parece funcionar como la noche 500 de Scherezade, pero mal: a partir de ahí las historias se repiten, pero no por un artilugio del autor sino (tengo que creer) por genuina falta de creatividad.
Así, el tema del doble ya abordado en el primer cuento (“El otro”) aparece de nuevo en “No soy yo” y con el mismo exacto tratamiento; así, la copia infiel de “La perseguidora” (la novia que envenena a sus novios) aparece dos cuentos más adelante en “Queremos tanto a Sylvia”. Salvo por los nombres ambas narraciones parecen calcadas, además de ser muy malas.
Y hay un cuento hacia el final que merece la categoría de hito de la chantada: en “Un señor verde y viscoso” , Cortázar junta 2 relatos ya aparecidos en “Historias de cronopios y de famas”, les cambia algunos adjetivos y les deja el mismo final (que ya era el mismo para ambos en “Historias de cronopios y de famas”, libro que convendría examinar en detalle para, seguramente, hallar otras patinadas del otrora gran escritor argentino)
Más allá de los evidentes autoplagios, los cuentos de "Alguien que anda por ahí" son apenas pasables, y las historias son huecas y vacías y sin contenido.
Más bien negligentes, como repetir dos veces “huecas y vacías y sin contenido”, o hacer crítica de relatos mediocres que nunca existieron y, con un poco de suerte, nunca existirán. *
* Crítica apócrifa y envidiosa, especie de homenaje que mezcla algunas verdades con muchas macanas, escrita a la sombra de los textos inéditos de Cortázar a punto de aparecer, y con la baba por los tobillos.
Y por supuesto, “El otro” es de Borges
(Jacobo no: el otro).
17 comentarios:
Mmmm...cuando leí pro segunda vez huscas y sin contenido estaba duadando de tu intelecto...así que me disculpo por el malo pensamiento, innecesariamente, ya que dudo de ir al infierno por algo así. Pero queda bonito.
Hablando de Cortázar...lo que leí y me gustó, fue "62 modelo para armar", que me dejó largo rato pensando en la genialidad del tipo; luego leí "Bestiario" y "Todos los Fuegos el Fuego". El primero lo detesté, el segundo me gustó. Crítica no soy, sólo sé lo que me gusta, y en bestiario había cada cuento pelotudo (perdón señor Cortázar, pero es mi humilde opinión), que mamita...como el de los conejos...
Estamos en problemas, Barbi: yo prefiero mil veces los cuentos a las novelas de Cortázar, incluida "Rayuela" (lo cual suena directamente a sacrilegio, pero es así). Ahora, cuentos pelotudos no le conozco...salvo los que le invento yo de puro envidioso (¡el de los conejos es genial!!!!)
Besos.
No leí "Rayuela" (eso si que suena a sacrilegio...), pero el de los conejos juro haberlo detestado. Tal vez no lo haya entendido...era demasiado joven para esas épocas...
No, yo le diría (antes que Rayuela) "El perseguidor", o "Queremos tanto a Glenda", o los cuentos en general, si me permite que la aconseje. Rayuela...por ahí también, porque es como la impronta de "62" que a usted le gustó, pero hmmm...
Los conejitos terminaron reventados en el asfalto, a lo mejor fue por eso, ¿no?
Es triste cuando uno lee un libro "no bueno" de un genio. Yo también prefiero al Cortazar cuentista sobre el novelista. Mi libro favorito es "todos los fuegos el fuego" y si me apuran un poquito diría que mi cuento favorito es La autopista del sur, pero puede ser porque es el que más veces leí (el libro y el cuento).
Peor es cuando uno se decepciona un libro tras otro, esperando que retome la buena senda, como es el caso de Stephen King (salvando las distancias... y SK es un caso en el que claramente lo prefiero como novelista antes que como cuentista).
Si yo tuviera que mencionar una decepción que se prolonga, diría Stephen King sin dudas, mi estimado D. Y coincido en lo de las novelas de SK, y cuanto más largas mejor. Pero hay cuentos (aunque extensos) como "Ventana secreta, jardín secreto" que me parecen excelentes.
Pero a "Salem's Lot" no hay con qué darle, para mi gusto.
¡Dandy! ¿Qué opina del de los conejos (Carta a una señorita en París, si no me equivoco)?
Pienso igual que el dandy, libro y cuento preferido.
Cuesta creer que Cortázar podría decepcionarme, tengo ganas de leer lo que me falta.
De Rayuela puedo citar de memoria algunos parrafitos, como muchos humanoides argentos de mi edad.
Besos
¿Es condición imprescindible ser envidioso para ser crítico? Me encantaría anotarme pero seguro que sólo me saldría un lacónico:"¡Muy lindo!" o un cortante:"¡Qué plomo!" no podría elaborar algo tan ácido y menos de algo aún inexistente ¡ja-ja! espero que los "cortazianos obtusos" no te inmolen. Abrazo.
Arrancó el programa de Tinelli y a vos se te pegaron las jodas anticipadas???
Besos y juegos
APA: ¿Habla en glíglico también?
EL PROFE: No sólo es condición sine qua non, sino que aumenta con los años.
DUDA: Y eso no es nada, voy a incursionar en el baile del caño.
(Pero yo creo que a Cortázar le gustarían este tipo de jodas, ¿no?)
Abrazos!
Diez conejitos vaya y pasé... pero once no...
Basta de hablar de cosas que nos gusten porque nos va a dar bronca no leer las instrucciones para subir una escalera o los Tommyknockers.
Si fueran once gallinas...
Cuantos libros y cuentos conocidos. Soy semifanática de King (nada de fanatismos reales en mi vida, gracias a Dios), y es verdad que sus cuentos dejan mucho que desear, pero sus novelas me parecen únicas...empezando por "El Talismán" y "Un saco de Huesos".
Y mejor no digo nada más, por que me gusta mucho mucho recordar los buenos libros que he leìdo...
Recomiendo "Mientras escribo" de King para cualquiera que le guste escribir. Super didáctico y ameno.
Lo leí, lo leí...y me dejó bastante traumada con las palabras terminadas en -mente.
jaAJA! La maleza en el jardín!
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