martes, julio 12, 2011

Pongan menos huevos



Hace unos años, Alejandro Dolina tenía un programa en la televisión en el que, al final, jugaba al fútbol con los invitados. Una vez llevó a Miguel Mateos, el de Zas, y el músico jugó espantosamente mal. Luego del fútbol mencionaron el álbum que Mateos acababa de sacar: "Atado a un sentimiento".
Y Dolina reflexionó: «'Atado a un sentimiento'...con razón jugó así...»

El comentario de Dolina tenía una intención netamente humorística, pero puede aplicarse muy seriamente a lo que viene pasando con el fútbol en general y por supuesto con la Selección Nacional. Hay una desorbitada sobreexigencia para con los jugadores, especialmente en el caso de Lionel Messi.

Hace bastante que perdimos de vista que el fútbol se trata, básicamente, de jugar al fútbol (1): las connotaciones viriles y patrióticas están, hoy por hoy, muy por encima del juego. La pasión no es una consecuencia, ni siquiera un componente secundario del juego: es un reclamo por anticipado, una especie de prueba de amor desquiciada, un corte de venas antes del primer beso (Peor todavía: una prueba constante que impide cualquier beso) . Los jugadores, antes de que se les permita jugar, tienen que demostrar que sienten la camiseta, que van a dejar la vida adentro de la cancha, que van a defender el prestigio de la Nación, que no les interesa la plata, que no son putos y que las Malvinas son argentinas. Todo eso antes de que toquen la primera pelota.


Ojo: tienen que demostrar todo eso, pero sin pasarse a la categoría de "Vendehumo". Mascherano promete que va a dejar la vida desde la propaganda de Claro, y después se siente en la obligación de ir con demasiada violencia en todas las jugadas. Y a veces suena como que está exagerando un poco, y que en realidad podría jugar mejor si no tuviera que dejar la vida a cada rato. Dejá de dejar la vida, Mascherano, que la necesitás para jugar. La verdad es que yo quisiera que prometa solamente que va a intentar darle la pelota a uno del mismo equipo. Con eso alcanza y sobra, para mí, en el caso de Mascherano.

Por supuesto, hay otros casos y otras exigencias. Messi, por ejemplo.

La tiene difícil Lionel. Él tiene que demostrar, además, que es el mejor del Mundo (2), y justificar cada uno de los euros que tiene en sus cuentas. Y además tiene que demostrar que odia a España y que ama la Argentina, y que, si fuera por él, jugaría en Newells por el honor y andaría en un Dodge 1500 verdecito.

Lo que no queda muy claro es a quién le tienen que demostrar todo eso los jugadores, y sobre todo qué recibirán a cambio de semejantes demostraciones. ¿Al Pueblo, será? ¿A cambio de Idolatría Popular? ¿Qué es lo que el Pueblo ofrece a cambio? ¿Amor Eterno? ¿Es el mismo Pueblo que ama y odia en idénticas proporciones a Diego Maradona, actualmente técnico en Dubai (¡Dubai!)?

No parece ofrecer demasiadas garantías, este Pueblo. Me parece recordar que el Diego sí cantaba el himno, y algunas cositas ha ganado, y así y todo...
Como sea, a pesar de la falta de garantías y el gataflorismo más absoluto, el Pueblo exige toda una serie de condiciones a sus representantes futbolísticos, y los representantes se sienten en la obligación de demostrar que las tienen bien puestas. Las condiciones, digo.

A propósito: pareciera que el delicado equilibrio que mencionábamos, el punto exacto entre "Pechofrío" y "Vendehumo" es una entidad mucho más deseable conocida como "Huevos". Por supuesto esta entidad es igualmente engañosa, y tan inestable como la antimateria: enseguida podés pasarte a Pecho o a Vende sin darte cuenta, solamente poniendo Huevos de más o de menos. Una mezcla de patriotismo y arte culinario, eso es lo que hay que tener...

¿Y jugar al fútbol? También, pero menos. Parece.
Cuando el equipo está jugando mal, el Pueblo no reclama que se corrija eso, sino que pongan más Huevos. Pareciera que todo se arregla poniendo más Huevos, o que el Pueblo prefiere las huevadas al fútbol.

La verdad es que los famosos Huevos son tan inhibitorios del buen fútbol como la necesidad de demostraciones patrióticas o la justificación de las cuentas bancarias. El jugador ideal no es un extraterrestre heroico y permanentemente apasionado, un guerrero todo corazón con buen cambio de frente o un abanderado de los humildes que va bien arriba. No pueden serlo porque el fútbol es un juego de equipo, y los héroes y abanderados son seres solitarios, a menudo vilipendiados justamente por sobresalir.

El jugador ideal, el más buscado, debería ser el que mejor juega en equipo, el que mejor hace jugar al equipo. El que ponga un poco menos de Huevos y un poco más de fútbol, tal vez.



(1) Me encanta cuando Riquelme dice "jugar a la pelota" en lugar de "fútbol", o cuando se aleja de las grandilocuencias de "vamos a dejar la vida", etcétera. Pero ya sabemos, por supuesto, que Román es un Pechofrío...


(2) El tema de que Messi sea considerado el mejor del mundo vino a terminar de complicarnos las cosas. Porque ya teníamos uno mejor del mundo, y bastante divididos ya nos tenía ese boludo. Ahora, encima, los tenemos que comparar entre ellos y repartir nuestro Amor-Odio entre ambos. No podíamos quedarnos simplemente con la realidad, que Diego fue el mejor de la Historia y Messi es el mejor actualmente, y alegrarnos de verlos jugar de vez en cuando en nuestro equipo, y separarlo de la vida privada de cada uno y felicitarnos de tener la suerte de ver dos enormes jugadores en la misma vida. No: lo mejor es hacerlos mierda a ambos, subrayar la cocaína de uno y la mudez en el Himno del otro, buscarle la décima pata al gato, decir que ganarle a Costa Rica no merece ni encender la tele, en fin, no disfrutar nunca nada... Por suerte nos sobra Amor-Odio como para 30 generaciones, que si no...

4 comentarios:

EliasE dijo...

Que manera de desperdiciar el odio.

Debería de bastarles saber que el resto del mundo pensamos que el mejor jugador del mundo es ARGENTINO!

Elias

Sergio Muzzio dijo...

No nos interesa lo que piense el resto del mundo: son todos pechos fríos.

p.d.: A nosotros nos encantaría tener a Chicharito, solamente para descuartizarlo al estilo criollo.

Abrazo!

Viejex dijo...

Muzzio, ni Caruso Lombardi podría describirlo mejor que lo que lo ha hecho usted.

Abrazos, mi viejo.

Sergio Muzzio dijo...

Viejex: Y eso que Caruso te explica hasta por qué va a fracasar dentro de 3 años...

Abrazo!