viernes, agosto 14, 2009

Futurama

Illia González descendió rápidamente los escalones que lo llevarían a la plataforma del tren subterráneo. Llegó hasta el molinete metálico, insertó la tarjeta magnética en la ranura pertinente y los sensores automáticamente descontaron el importe del viaje: 3 creds. Consultó la hora en su teléfono celular y radió un mensaje de texto a sus 4 socios. Gracias a la tecnología del siglo XXIII podía conectarse con cualquier persona al instante, e incluso enviar el mismo mensaje a todos los que deseara, al mismo tiempo y con sólo apretar un botón. Lo que Illia llamaba lacónicamente su teléfono era además una cámara de fotos sofisticada e instantánea y luego del mensaje escrito en lenguaje tecno (“Yego en 25 mins, q Krlos empieC”) tomó una foto de su propio rostro sonriente y la despachó a los mismos destinatarios: tardaría unos 3 segundos en ser recepcionada en los aparatos de sus colegas a más de 30 kilómetros de distancia.

Carlos, su socio más experimentado en el e-commerce o comercio electrónico, podría iniciar la videconferencia con los clientes de Tokio. Illia hubiera deseado hacerlo él mismo, pero los orientales le asignaban especial importancia a la puntualidad y era preferible atenerse a lo pactado por correo electrónico entre computadoras el día anterior. Illia lamentó no llevar consigo su computadora portátil con videocámara incluida, pues de haberla traído podría haberse sumado al grupo desde el mismo tren subterráneo, instalando su modulador-demodulador a la computadora, y efectuar un enlace satelital sin problemas.

Encontró un asiento vacío, se dejó caer, e inmediatamente conectó a sus oídos el audífono de su reproductor de música digitalizada. Podía elegir entre más de 300 canciones, pero prefirió dejar el minúsculo aparato en random para que seleccionara aleatoriamente las composiciones. Cerró los ojos y la música clásica (Pink Floyd) lo hizo pensar en Sergio Muzzio, un antiguo escritor del siglo XXI que gustaba de esa clase de música arqueológica (Illia lo había investigado en la Guía Orbital Omnisapiente Gratuita, Libre y Estandarizada, llamada en general Google)
La asociación de ideas hizo que deseara algo para leer, y se preguntó cuánto faltaría para que alguien inventara por fin el libro digital...

"Vivimos una época demasiado contemporánea, Mendieta"

(I. Pereyra)

4 comentarios:

laura dijo...

qué genial sos sergio muzzio

Sergio Muzzio dijo...

Salga de áhi

El Dandy dijo...

Me aterra la idea del libro electrónico que se queda sin baterías justo en la parte en que por ejemplo, Raskolnikov esta por matar a la prestamista, o el Quijote por enfrentar los molinos o...

(Otro cargador no... teléfono, computadora, afeitadora... autos y libros no!!!)

Sergio Muzzio dijo...

Peor si te queda una rima de Belén Francese por la mitad...capaz que no dormís...